La mujer de la falda violeta

La mujer de la falda violeta es una especie de leyenda en su barrio: cada día sale de su casa, pasa por las mismas tiendas y se sienta en el parque, en un banco específicamente reservado para ella, a comerse un pastelito de crema. Sigue siempre la misma rutina, de la que solo se desvía cuando encuentra trabajos temporales. Despierta un gran interés en todo el mundo, pues siempre lleva una falda violeta y nunca se la ha visto hablar con nadie. Todo esto nos es contado por una mujer, que podríamos llamar “la mujer de la rebeca amarilla”, que ejerce de narrador omnisciente ya que dedica todo su tiempo a seguirla, espiar todos sus movimientos e incluso intervenir para planificar sus siguientes pasos. Un gran misterio envuelve a estas dos mujeres, que nos mantiene en vilo durante todo el libro.

Es una novela corta que se puede leer en el mismo día, ya que es ágil y sabe mantener el interés del lector. La trama, como veis, es muy extraña, no es nada a lo que estemos acostumbrados, y es que la literatura japonesa es muy diferente a la nuestra. En este caso, aunque la novela trata algunos temas que nos puedan hacer reflexionar, lo hace de una forma muy divertida, en ocasiones hilarante (ay esa escena del autobús…).

No es un libro que me cambiará la vida pero lo he disfrutado muchísimo, me he reído a la vez que me he inquietado siguiendo los pasos de la acosadora… A menudo veo que se compara esta obra con “La dependienta” pero he de decir que me han parecido totalmente distintas y que en aquella no encontré el humor y la ironía que encontré aquí.

En definitiva diré que me ha gustado mucho descubrir que la literatura japonesa no siempre tiene que ser fría y solemne.
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Hola bonitxs! Ya estamos en el ecuador de la semana, ¡qué ganas de finde! ¿Cómo lo lleváis?

Me paso hoy por aquí con “La mujer de la falda violeta” de #NatsukoImamura que recibí gracias a @babelioespanol y que está editado por @duomoediciones. Lo solicité porque me parecía una historia cuánto menos curiosa y la verdad… que así ha sido.

En esta historia vamos a toparnos con la mujer de la falda violeta, ¿quién es ella? Es una mujer que vive sola y sin ninguna relación conocida, con trabajos temporales y que es el entretenimiento del barrio, con rutinas fijas, que siempre lleva una falda violeta. Vamos a conocerla a través de los ojos de la mujer de la rebeca amarilla, quien la sigue y la persigue para controlar todos y cada uno de sus movimientos, incluso haciéndole hacer cosas sin que ella se dé ni cuenta. La mujer de la rebeca amarilla vive obsesionada con la mujer de la falda violeta.

Desde luego ha sido un libro totalmente diferente a lo que acostumbro a leer, con una trama que comienza lenta, introduciendo a los personajes y que nos va a hacer pensar en por qué esta mujer está tan obsesionada con esta otra en vez de dedicarse a vivir su vida sin inmiscuirse en la de los demás. La mujer de la falda violeta conseguirá un trabajo y su vida dará un giro brutal en sus costumbres.

Un final donde se resuelven las incógnitas que con la trama se han ido creando, un final brutal, un final que no esperaba para nada, y que se presta a diferentes interpretaciones.

Para mi ha sido una lectura totalmente diferente, extraña pero entretenida, y creo que es el primer libro de una autora oriental, y por tanto dentro de un contexto nipón. Desde luego, no sé con cuál de ambos extravagantes personajes me quedaría, ¿La mujer de la falta violeta o la de la rebeca amarilla?

¿Con cuál te quedas tú?

¿Habéis leído a algún autor@ japonés?
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Cuando leí La Dependienta de Sayaka Murata, quedé muy impresionada por el estilo de la narración. Sencilla, inteligente, de las que te hacen pensar. Uno de esos relatos ligeros que esconden un mensaje altamente inflamable.

Con la publicación de la mujer de la falda violeta, tuve el pálpito de que iba a reencontrarme con este tipo de literatura y, cuando la editorial confirmó que los que disfrutamos leyendo La dependienta íbamos a disfrutar también de esta historia de Natsuko Imamura, sentí la necesitad de conocer la historia que había detrás del Premio Akutagawa.

Hay una mujer que, enfundada en una falda violeta, sigue siempre las mismas rutinas, pasea por las mismas calles y, a pesar ser capaz de no rozar a uno solo de los viandantes, despierta la curiosidad de todos los que perciben su presencia. Y no solo eso. Es una suerte de leyenda entre los niños de la zona que tejen juegos alrededor de su presencia.

"Hay en mi barrio una mujer a la que todo el mundo conoce como «la mujer de la falda violeta». Evidentemente, tal sobrenombre responde al hecho de que nadie la ha visto nunca vistiendo una falda de cualquier otro color."
Natsuko Imamura, La mujer de la falda violeta

Pero, a pesar de lo enigmático de la historia tras esta mujer y de que todo parece girar a su alrededor, me he encontrado en esta breve novela con otro personaje aún más interesante y que, bajo mi punto de vista ha dado sentido a la trama.

Desconocemos la identidad de la narradorra pero ella conoce muy bien a la mujer de la falda violeta; sus movimientos, sus rutinas, sus lugares de paso, en los que se detiene, lo que hace en ellos e incluso mucho más. Tanto sabe de ella que es muy probable que pronto decida hacer más que observar. ¿Y si interviniera en su vida? ¿Y si le diera un pequeño empujón en la dirección que ella considera como correcta?

"Si la abordara de improviso le resultaría un tanto raro. No me parece que haya habido mucha gente que se presente ante ella solicitando su amistad."
Natsuko Imamura, La mujer de la falda violeta

Esta es una de esas lecturas con la que no puedes parar de avanzar porque quieres saber qué ocurre al final entre estas dos mujeres y qué destino les aguarda al final del camino. Te ves absolutamente atrapado en una maraña de tejemanejes muy sutiles que sospechas que no acabarán del todo bien pero que, sin presentar una acción trepidante, te tienen completamente absorbido.

El final no te deja indiferente. Hay un giro en las últimas páginas que, si bien esperabas desde el principio que ocurriera algo entre ellas, no habías imaginado que sucediera de esta manera tan abrupta y con precipitada urgencia.

La brevedad de la novela de Imamura no me permite contaros más detalles sobre la historia. Solo me queda recomendarla, tanto si leíste La dependienta como si no. A los que leyeron la historia de Murata y la disfrutaron sí puedo decirles que esta les encantará también. A quienes aún la tienen pendiente les animo a leer a ambas autoras. Estas dos lecturas conforman un retrato de las mujeres de Japón muy pintoresco, pero realista. Además, La mujer de la falda violeta (al igual que anteriormente vimos en La dependienta), nos obliga a reflexionar, a través del humor y la ligereza de su trazo, sobre cuánto cuesta encontrar un hueco en el mundo cuando eres diferente.

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Este año me he aficionado a la literatura asiática, he pasado de haber leído ni un solo libro en mi vida a leerme unos cuantos este año.
En esta ocasión nos encontramos con otra lectura peculiar. La protagonista es esta mujer que como reza el título, una de sus peculiaridades es que viste siempre una falda violeta, también tiene trabajos temporales, vive sola y parece no tener muchos amigos, sigue una rutina muy peculiar y para los niños del barrio es toda una diversión hacer pruebas en las que ella se encuentra involucrada.
Lo más peculiar no es la mujer de la falda violeta, es la otra protagonista que la observa, la sigue y de laguna manera acaba dirigiendo su vida y a la vez nos la va contando.
Un libro muy cortito que aunque pueda parecer simple esconde mucho más, como la precariedad con la que se encuentra mucha gente, la burla hacia el diferente, lo cotilla que es la gente y lo que llega a malmeter contra otra persona.
No es un libro que me haya marcado ni que se convierta en uno de mis preferidos, pero me ha gustado.

Como opiniones hay muchas, voy a dar la mía

Por primera vez en los tres años de vida del blog tengo la oportunidad de reseñar una novela japonesa y lo hago gracias al sorteo que hace poco se realizó en el blog de mi compañera bloguera Laky, Libros que hay que leer. Para ello este mes de marzo, mes dedicado a la literatura asiática, Duomo Editorial junto con Laky han realizado una propuesta especial con una lectura conjunta diferente de la que he salido ganadora de una de las novelas sorteadas. ¡Yuupiii!

Resumen: La mujer de la falda violeta es una mujer de constitución menuda, de pelo moreno cortado a media melena. Es una mujer normal de elevada popularidad entre sus vecinos por seguir siempre las mismas rutinas. A veces trabaja en distintos trabajos de manera eventual y otras veces está sin trabajar. Pero hay una persona que tiene especial interés en ella, que sigue todos sus pasos, que se interesa por su vida e incluso la ayuda en su vida diaria.


La mujer de la falda violeta se siente invadida por una vida vacía y monótona. Recorre los mismos lugares, se sienta en el mismo banco, es objeto de insultos y objetivo de juegos de los niños e incluso los vecinos la consideran un elemento más de la decoración del barrio, pero, especialmente, hay una mujer que siente un interés particular hacia la mujer de la falda violeta, y para sorpresa del lector esta mujer será la cronista de esta historia.


Con una prosa espontánea, esta novela no está dividida en capítulos, pero se lee cómodamente dado que el relato es parecido a un cuento.

Posee un toque surrealista y un humor propio. de hecho, es una historia que no sabes qué esperar de ella, por dónde saldrá o qué intenciones tiene.

El personaje principal, La mujer de la falda violeta, es bastante aséptica, rozando la ausencia de emociones, pero ocurre igualmente con la narradora-observadora que a pesar de su implicación en la historia aporta un roce ligero y superficial de afectividad. Ambas parecen tener adormecidos los sentidos. Y luego llegamos a ese final tan extraño e inesperado, con un giro de trama ambiguo que te deja desconcertado.

Conclusiones: Me ha parecido una novela curiosa. Diría que La mujer de la falda violeta representa a las mujeres que viven de manera mecánica e inerte pero que tienen que adaptarse según las circunstancias. Pienso que esta historia tiene un trasfondo mucho más complejo y psicológico y me atrevería a decir que posee diferentes interpretaciones y lecturas y que todas son correctas.

En mi opinión: una novela confusa, como cuando abres los ojos parpadeando después de un sueño y no sabes dónde estás.



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¿Nunca os habéis fijado en esas personas peculiares de nuestros barrios de las que no sabemos prácticamente nada, pero que somos capaces de reconocer bien sea por un sombrero, un bastón o algo muy característico? Pues en esta novela nos toparemos con una mujer de la que nadie sabe nada (o casi nadie), pero que crea mucha expectación e intriga, y es conocida por llevar siempre una falda violeta.

En la contraportada la califican como una novela sobre el poder de la (in)diferencia, pero yo creo que la historia gira en torno a otro tema mucho mas profundo. Es una historia sobre una obsesión: la obsesión de encajar en una sociedad cambiante, despiadada y cruel, una sociedad que nos juzga por todo, y que mucha veces, decide por nosotros.

La historia cuenta con dos protagonistas, ‘la mujer de la falda violeta', admirada por todos en el barrio, hasta el nivel de tener un propio banco en el parque reservado para ella, y la narradora de la historia, una mujer que pasa desapercibida, acaba obsesionándose con ‘la mujer de la falda violeta' y que desearía ser conocida como ‘la mujer de la rebeca amarilla'.

La historia está cargada de simbolismos, metáforas y crítica social, sobre todo en el ámbito laboral de la cultura japonesa. La autora narra con mucha maestría, fluidez y una prosa exquisita, y como suele pasar en la literatura japonesa, lo interesante está en lo que no se cuenta, en lo que está entre lineas, esperando a que el lector lo descubra y le dé su propia interpretación.

He leído la novela como si fuera una gran metáfora a las vidas anónimas y a la soledad. Dos historias entrelazadas muy sutilmente. Dos personas muy distintas y a la par muy similares. Una novela sobre dos historias, pero contadas por una sola voz.

La novela estará contada en primera persona por una de las protagonistas de la historia, no la principal, que como podéis adivinar se trata de la mujer de la falda violeta, pero sí alguien que lo sabe casi todo de ella, porque está obsesionada, no vamos a saber la identidad, ni el nombre de ninguna de las dos mujeres, pero asistiremos a las acciones que hace una por coincidir con la famosa mujer de la falda violeta, conocerla, incluso fantaseando con convertirse en amigas, con un fín oculto que no sabremos hasta llegar a las últimas páginas de esta historia tan pero tan peculiar...

En las primeras páginas se nos va a presentar a la mujer de la falda violeta. Pero sólo lo que podrías intuir si por ejemplo te cruzas todos los días con una vecina de la calle pero no la conoces verdaderamente. Podrías intuir su edad de manera indeterminada, que en este caso siempre viste con una falda violeta, que no es muy cuidadosa en el aseo, que no habla con nadie, lo que le gusta comer cuando hace su descanso matinal en el parque, que los niños le tienen una especie de miedo/admiración y para ellos es un reto tocarla... Pero no tenemos más datos de esta mujer. Nos tendremos que hacer un retrato propio en nuestra mente, y es lo guay de este libro, es como el juego que te propone, intentar saber cuáles serán las reacciones de esta mujer según los datos que se nos dan, si conseguirá por ejemplo el próximo trabajo al que se presente como candidata, si alguna vez se cansará del juego de los niños y les increpará... Vamos recibiendo pistas y nosotros nos iremos creando nuestro personaje, y seguro que es distinto en el caso de cada lector.

Nos dice la sinopsis que este libro contiene grandes dosis de humor. Bueno, yo no diría tanto, contiene ese humor sutil de los japoneses, que es un humor respetuoso, inteligente, nada soez, quizás no el que estemos acostumbrados los lectores de Occidente, aún así, a lo largo de la lectura esta novela te sacará algunas sonrisas. Pero lo que más te producirá es curiosidad. Por saber sobre esta mujer, por conocer como se va a desenvolver en su vida, el porqué de sus actitudes, porqué actúa así...

La mujer de la falda violeta comenzará un trabajo y podremos ver que al principio parece que no casa con la empresa, que no va a poder sacarlo adelante. Habrá alguien en la sombra que está vigilándola también en ese empleo. Todo esto produce mucha intriga, también una intriga sutil, todo hay que decirlo, sobre porqué esa persona está tan interesada en esta mujer, qué busca? le tiene envidia? Celos? Quiere ser amiga de alguien tan peculiar? Intenta saldar una deuda del pasado? Me ha sorprendido que en este trabajo de la mujer de la falda violeta muchas compañeras, encargadas, hasta el mismo jefe, se desviven por ayudarla, por intentar que supere sus miedos, su timidez... Vamos, que da gusto trabajar ahí. al principio me sorprendí, será algo tipico del carácter y los modales de este país, porque por propia experiencia, aquí te hubieran comido vivo si llegas a un trabajo y te comportas como ella. Así pues, la protagonista va teniendo suerte y va prosperando en su empleo contra todo pronóstico.

Pero ocurrirá algo inesperado (también encontramos pequeños giros en esta novela), que descolocará todo lo que pensábamos de la mujer de la falda violeta. Por lo menos, en mi caso, no es como pensaba que era, ni mejor ni peor, pero la idea que al principio nos hemos formado de ella se va tergiversando, aunque teniendo en cuenta que el relato nos lo cuenta otra persona, puede ser que sea esa persona lo que lo va cambiando todo, quizás para conseguir lo que busca, que sabremos al final de la historia, y esto es otro de los misterios del libro, si es cierto todo lo que se dice de la mujer de la falda violeta, o son paranoias de la persona que relata tanto su día a día como el de la mujer. Por otra parte, en el trabajo se empiezan a torcer las cosas. Es complicado contar los pormenores de la historia sin desvelar nada, por eso lo hago como todo muy cogido con pinzas. No olvidemos que se trata de una novela de 185 páginas pero en la que pasan muchas cosas.

Cosas que a medida que vamos llegando al final, se van enrevesando, en el trabajo los problemas no paran de crecer y lo que antes parecía tanta amabilidad que me sorprendía, se transmuta y surgen otros tipos de sentimientos. La mujer de la falda violeta tiene que tomar una difícil y valiente decisión... Y hasta aquí puedo leer. No sin hablaros de la guinda del pastel, el último giro que nos sorprenderá y ataremos cabos hasta tener nuestras propias conclusiones, que cada lector puede tener unas distintas, porque este libro se presta a ello.

En definitiva, una novela amable, curiosa, que se sale de los estereotipos de la novela occidental que estamos acostumbrados a leer, pero eso es lo que busca todo buen lector verdad? Lecturas distintas! Es una historia que nos va a entretener con su lectura, donde conoceremos costumbres japonesas, como actúan en el trabajo, su ocio, lo que comen, y que cuenta con una protagonista peculiar y otra protagonista que persigue a la primera y que quizás sea aún más extravagente que la mujer de la Falda Violeta!
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¿Quién es la mujer de la falda violeta? Se podría decir que es alguien peculiar, diferente a los demás, con unas rutinas muy marcadas, a quien todos en el barrio conocen pero no se atreven a acercarse, a hablar, ni tan siquiera tocar, nadie sabe su nombre.
O eso es al menos lo que nos cuenta la mujer de la rebeca amarilla, que es quien la observa y nos hace de narradora. Todo lo vemos a través de sus ojos y la acompañamos en su afán de ayudar y conocer mejor a la misteriosa mujer.
Aparentemente es una narración sencilla, pero hay algo que no cuadra, una sensación extraña flota en el ambiente desde el principio, como algo que está latente bajo la superficie. Y no puedes evitar sentir que esa incomodidad te envuelve. Lo que parecía simple curiosidad se convierte en una obsesión y tienes que seguir leyendo para saber más. Como si fuera un rompecabezas que debes resolver.

Cuando llegué al final, después de apenas dos días desde que lo había empezado, me dejó bastante descolocada y aún hoy, después de unas semanas, sigo dándole vueltas a la historia. No he leído mucha literatura japonesa pero de lo poco que conozco diría que me ha pasado lo mismo en todas las ocasiones, como si no todo tuviera porqué tener un sentido completo. Es diferente a lo que suelo leer, más que una trama en sí son sensaciones. Me ha impresionado, sobretodo, la capacidad de la autora de crear esa incómoda atmósfera y de captar la atención desde el principio. Muy del estilo de 'La dependienta', una novela que leí el año pasado y que recomendé en varias ocasiones. Hoy sale a la venta y me encantaría que, si la leéis, me comentarais vuestra impresión sobre el final porque creo que cada uno va a sacar su propia conclusión.

La mujer de la falda violeta es una leyenda en su barrio. Nadie sabe donde vive, ni cual es su trabajo, ni siquiera su nombre, pero todos los días sigue la misma rutina y lleva una vida entrañablemente monótona.

Por otro lado, la narradora de la novela vive obsesionada con conocer más de la mujer de la falda violeta, incluso con formar parte de su vida.

Es así como se entrecruzan las vidas de dos mujeres que no son muy distintas; ambas tratan de sobrevivir en el mundo por sus propios medios.

Es también una historia sobre la soledad, la superación, los miedos y los errores.

La novela cuenta con un final totalmente inesperado que no me ha dejado indiferente. Es de lectura rápida y ágil, pero deja poso durante varios días.

Además, me ha parecido similar a otra novela nipona que me encantó: "la dependienta".

He leído reseñas de todo tipo, pero a mí me gustó. Creo que es una lectura ideal para pasar el rato y, además, con la que es fácil sentirse identificada. No es ninguna obra maestra, pero cumple muy bien con su función.

Cómo me gusta a mí la literatura japonesa, especialmente. Siempre tan originales, me maravilla el hecho de emplear una narrativa sencilla, aparentemente con temas muy simples pero con una sacudida asegurada.

Es la historia de una mujer que observa a otra, sigue cada uno de sus pasos hasta el punto de influir en su vida y llevarla por el camino que quiere.

Me encanta. Nos encontramos con dos protagonistas: la que observa y la que es observada. El blanco de esta historia es una mujer soltera, conocida por el vecindario por llevar siempre una falda violeta y que, además, tiene una rutina determinada: va al parque y se sienta en su banco a comer un bollito. Es la incógnita de todos sus vecinos, nadie sabe quién es, a qué se dedica, cuál es su vida. Luego tenemos a otra mujer, casi invisible, de la cual el lector no sabe nada, pero la va conociendo entre líneas. Ella se obsesiona con esa mujer de la falda violeta, y hace sus intentos por acercarse a ella. Es una historia muy simple, muy en la línea del libro que leí antes que este, “La dependienta”, de Sayaka Murata. Ambas novelas giran en torno al que es diferente, a aquel que se sale de la norma y los cánones, y cómo las personas, ante lo desconocido u extraño, optamos por el rechazo, la indiferencia, la estigmatización o por hacernos preguntas.

Muy recomendable
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