El fin del amor

¿Se han convertido el amor y el sexo, y por tanto las personas, en un producto de consumo?

Eva Illouz reflexiona en este ensayo sobre los matices de un consentimiento que esconde la desigualdad de género en los vínculos entre hombres y mujeres. 

Para la autora, en la subjetividad sexual del neoliberalismo, estos comportamientos de elección y desecho de las personas, se experimentan como una libertad en la que el yo se afirma a sí mismo al negar o ignorar a los otros: “En las relaciones casuales, el yo se involucra poco, solo disfruta de 'un hedonismo autotélico' que gira en torno al acto sexual como principal y único objetivo”.

La dificultad de ponerle nombre a la experiencia de una relación donde el compromiso está ausente y el abandono es brusco e inesperado, responde a esta desregularización de las relaciones afectivas que incrementa la incertidumbre y, como consecuencia, el malestar y la angustia.

Illouz hace un recorrido desde la certidumbre normativa del XIX que exigía el respeto por los valores morales a la libertad sexual convertida en libertad de consumo y al cuerpo convertido en valor de cambio