La hora de las gaviotas

Qué maravilloso es cuando acabas un libro y todo te cuadra, encaja y te queda la sensación de que todo está bien. Mi primera cita con Ibón Martín ha sido todo un éxito y preveo que habrá más, muchas más.

La hora de las gaviotas es un thriller perfecto. Si bien es cierto que empieza algo lento y que me ha costado un poco entrar en la trama, luego es cierto que algo ha hecho clic y ya no he podido soltarlo.

Los personajes están muy bien construidos, oscuros algunos, muy oscuros y con una personalidad arrolladora cada uno de ellos nos van llevando a lo largo de las páginas por diferentes caminos, algunos callejones sin salida, hasta llegar al final.

Tenemos un par de tramas principales, la investigación policial en la que también se entremezclan tramas personales de los personajes principales y otra que a mí particularmente me ha arañado el alma en más de una ocasión que es independiente de la trama principal de investigación, pero que causa intriga por momentos, estremece otros tantos y te deja con un sabor agridulce al final y, al menos a mí, con el corazón en la garganta.

Parte de los personajes principales. el grupo de la UHI vienen del libro anterior del autor, La danza de los tulipanes, y ya os digo que sin haber leído este libro no he sentido en ningún momento que me perdiese algo de la trama personal de ellos. El autor nos da datos de sus vidas personales, nos recuerda cosas que quizás se tocaron en el libro anterior, pero todo de una forma sutil sin destripar nada de la trama del otro libro ni hacer que sientas que te estás perdiendo datos.

Es un gustazo lo maravillosamente bien que escribe y describe el autor en todo momento, tanto lo que ocurre como donde ocurre. El paisaje y el entorno es un personaje más y te entran ganas de visitar cada uno de los rincones que salen en los libros sin dudarlo. Las escenas cotidianas que nos narra son de una naturalidad tremenda y están tan bien construidas que hueles el mar, sientes el frío, la lluvia y la humedad y oyes a las tan presentas gaviotas en cada renglón.

Un libro que, aunque, como os digo me ha costado entrar en él, una vez hecho va creciendo a cada página que pasas, desarrollando perfectamente la trama principal, añadiendo infinidad de sub-tramas que nos van dando pistas, o no, de lo que está sucediendo y que hacia el desenlace coge tal velocidad que no puedes parar de leer.

Bien escrito, con ritmo, con giros inesperados, personajes perfectamente definidos y una resolución cerrada.

Como curiosidades un par, una de ellas las dos últimas páginas del libro. Esa conversación que te deja con ganas de más, que te asegura que habrá más y que hace que cierres el libro con ansía de saber qué será lo próximo que viene.

La segunda es que, en la parte interior de la portada, el autor nos regala un mapa de la zona donde se desarrolla la mayor parte de la trama y a mí que queréis que os diga, pero eso de tener un plano sobre papel para ubicarme me gana, siempre.