 |
En el libro acompañamos a Ximena. Es la doble de la condesa, aunque no tiene poder en sus manos. Ella sirve a Catalina y se hace pasar por ella para garantizar la seguridad de su líder. El pueblo Illustrians está aislado en un fuerte militar, esperando el momento en que los opresores Llacsans atraviesen las barreras mágicas para destruir a todos los supervivientes. Cuando lo hacen, sin embargo, es bajo un estandarte de tregua y con una orden. La condesa debe presentarse en palacio para casarse con su rey; a cambio, no matarán a los rehenes que tienen en sus mazmorras. Catalina se ve obligada a aceptar y es Ximena quien ocupa su lugar. Dentro de los muros del palacio, Ximena finalmente se enfrenta al terrible rostro del rey tirano que destruyó a su pueblo hace años. También enfrenta dudas sobre la verdad de la guerra; ¿sólo hay un bando bueno? ¿Qué causó la rebelión del pueblo del rey? Como describió la propia autora, el antagonista se inspiró en un líder opresivo que existía en la vida real. Sus acciones y crímenes en Bolivia dejaron margen para que Isabel construyera su villano principal y desarrollara el reino tiránico que él comandaba; la realidad oscura ayudó a construir una fantasía oscura. Y, por supuesto, la lucha por derrocar a este gobierno, que es el punto central de toda la trama. Este libro me conquistó con su atmósfera llena de colores y vida al mismo tiempo que presentaba todo el terror y crueldad del rey al frente de ese lugar. La experiencia de Ximena en las semanas presa en palacio sirvió para presentar todo sobre la guerra, pero también sus opiniones erróneas sobre partes de ella; es un libro rápido, con personajes bien construidos y una trama cargada de política e intriga. Ximena me sorprendió como protagonista. Incluso sus actitudes más escurridizas, en este caso estúpidas, eran creíbles. Ella no es ese tipo de personaje que te hace rechinar los dientes porque está eligiendo la opción más absurda y eso no tiene sentido; todo lo que hace está impulsado por la emoción. Sea ira, confusión o miedo. Estos son rasgos reales, fáciles de seguir, que hacen que su viaje sea emocionante, desde una simple "copia" de la Condesa hasta esa rebelde resistente capaz de tomar sus propias decisiones. Su convivencia con los llacsans es tensa y venenosa, cargada de prejuicios en un principio. Son dos pueblos que se han arruinado el uno al otro. El libro funciona bien con las tensiones intercambiadas en las primeras interacciones, además de desarrollar la humanidad de sus personajes. Ximena llega a comprender a sus enemigos. Vivir con ellos muestra que también fueron víctimas, incluso si están gobernados por un monstruo, la monstruosidad no les pertenece. Querían libertad, al igual que su gente. Querían una vida feliz, al igual que su gente. El hombre que los llevó al frente es el verdadero peligro. Y aunque sus apariciones son breves, el rey Atoc es mortal. Puedes sentir el miedo de quienes lo rodean, el terror que prevalece en sus súbditos y sirvientes. Incluso Ximena, con todo su coraje, comprende cuál es la tiranía utilizada por él. Más personajes llenan las páginas del libro, pero quien me ganó aparte de Ximena fue Rumi. No sabía qué esperar de este sanador; a primera vista, no era más que un sujeto adulador desesperado por un lugar cerca del rey. A medida que pasan las páginas, sin embargo, aparece su humanidad y comenzamos a comprender sus miedos. Sus interacciones con Ximena están llenas de buen humor y provocaciones. La trama política y mágica se desarrolla a un buen ritmo. No hay prisa por presentar el universo fantástico o las reglas de cómo funciona todo y estaba muy feliz por eso, porque me acostumbré a los nombres y lugares antes de acostumbrarme a los hechizos e historias. Todo está bien ajustado y diseñado para ponerte dentro del mundo creado por la autora. En fin, Magia a la luz de la luna tiene una trama fantástica inspirada en eventos de la vida real. Con una narrativa cargada de emoción y poesía, la autora Isabel Ibañez conquista desde la primera página hasta el final. |
>
