Todo cuanto amé

Leo Hertzberg, el narrador de la novela, acude a conocer a Bill Wechsler, un pintor en ciernes, al sentirse fascinado por un cuadro suyo que ve en una exposición. A partir de ese momento surge entre ellos una profunda amistad en la que se embarcan sus respectivas mujeres: por un lado, Erica, la mujer de Bill, sensible y transparente, y por otro lado, Lucille, hermética y distante. Ambas mujeres son madres con tan solo un mes de diferencia, abordando la maternidad de forma distinta. al mismo tiempo, reaparecerá Violet, una modelo que posaba para Bill y con la cual éste decide iniciar una nueva vida.
La narración de las vidas de ambas parejas continuará a lo largo de más de veinte años, en la que estarán muy presentes el arte, la psicología, la histeria, la esquizofrenia, los trastornos alimenticios, el consumismo social... Una amalgama temática, un tapiz de decepciones y alegrías, que Siri Hustvedt va tejiendo en torno a este grupo de amigos.

Situada entre el ensayo cercano al mundo del arte y una subtrama próxima al “thriller” psicológico, esta novela es una joya. Que Siri es una de mis autoras favoritas no es ningún secreto. Todo lo que había leído de ella hasta la fecha me había encantado, pero “Todo cuanto amé” me ha fascinado. Su exquisita sensibilidad, el dominio de recursos narrativos y su delicadeza para narrar hechos dramáticos y describir el dolor más intenso sin forzar a sus personajes, me ha dejado exhausta hasta sus últimas páginas. Y alcanzar ese nivel de emoción es maravilloso. ⠀⠀⠀
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