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En esta novela con tintes autobiográficos, la protagonista, cuyas iniciales corresponden casualmente a las de S.H., ha recuperado un viejo diario de su juventud en casa de su madre. La narración de su presente y vida como escritora de éxito comenzará a alternarse con la revisión y lectura de los pasajes de su diario en los que narra su llegada a la “Gran Manzana” a finales de los años 70 cuando todavía era una aspirante a escritora. La historia nos lleva del presente al pasado, moviéndose ágilmente entre actualidad y recuerdos, entre certezas y aproximaciones. Aunque nunca sabremos con certeza si se trata de memorias, de ficción o hasta qué parte beben las unas de las otras, todos los elementos encajan a la perfección durante la lectura, por lo que la lectura no se vuelve confusa ni difícil de seguir -el cambio de la tipografía en cada una de las narraciones/historias también ayuda en este aspecto-. La novela también le sirve a #Hustvedt como canal de conversación entre su antiguo yo y su yo actual. Como lectores, asistimos a este diálogo que surge del diario encontrado tantos años después: no lo usa sólo para describirnos todo lo que la autora vivió durante sus primeros años en Nueva York, sino que a ella misma le sirve para recordar, reconstruir y rellenar su pasado. Lleno de fantásticas reflexiones, argumentos y personajes, “Recuerdos del futuro” me ha parecido una novela cautivadora -muy en la línea y continuadora de “Los ojos vendados”- que recrea el paso del tiempo, homenajea la capacidad de la memoria y nos enseña cómo cambiamos a lo largo de nuestra vida. Enlace: https://www.instagram.com/p/.. |
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