No sé si os habrá pasado alguna vez con algún libro, pero con esta lectura he tenido la sensación constante de ser mecida por el narrador a través de la historia de una forma tranquila y sosegada, a pesar de la dureza del contenido y de las situaciones que se nos relatan. Me he encontrado inmersa en un libro de gran belleza, repleto de magia y simbolismo, que me ha trasladado a los lugares donde se desarrolla la vida del pueblo kurdo, a sus ambientes, su clima, sus olores y sus sonidos. Sin duda estas sensaciones vienen dadas por la forma tan especial en que está escrito, mezclando la historia real con la fabulación y creando un paralelismo entre la vida del protagonista y la de su pueblo. Aunque lo hace de una forma hermosa y delicada, la realidad que narra no podría ser más dura, cruel e injusta, y es de agradecer que nos acerque a un conflicto que nos resulta tan habitual y nos parece tan lejano, que apenas le prestamos ya atención. Una inteligente y elegante crítica no solo a los políticos y poderosos que crean y fomentan este conflicto, sino también a los propios habitantes que se mantienen allí como a los que decidieron huir. Un libro muy recomendable cargado de dolor y de dulzura, con pinceladas de realismo mágico que hacen aún más bella y sugerente la lectura y que es la herramienta perfecta para remover conciencias y ayudarnos a despertar ante una situación tan triste y tan injusta como es una guerra. Enlace: https://www.instagram.com/to.. |