Esta historia contemporánea es buenísima para pasar el rato porque es muy divertida y no hay una sola vez en la que no te parezcan graciosos, raros y ocurrentes los mensajes de textos que se envían entre los protagonistas, es que son tan extraños y divertidos. Quizás el mensaje que puedo rescatar de esta historia es que los errores que cometimos en el pasado no tienen porqué definir nuestro futuro y que nosotros mismos somos los únicos responsables de cambiar y/o remediar aquellas acciones que pudieron haber herido a otras personas, con o sin intenciones. Nos presenta un mensaje poderoso acerca de las segundas oportunidades y las superaciones personales para intentar ser una mejor persona cada día. |