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Este es de esos libros que te dejan un sentimiento agridulce al acabarlo. Y es que mis sentimientos han sido una auténtica montaña rusa durante toda la novela. Había momentos en los que me sentía asqueado y otras en los que me sentía comprendido; momentos en los que odiaba a los protagonistas y otros en los que empatizaba con ellos increíblemente; en ocasiones me parecía todos super artificial y otras super natural. Como digo un libro extraño que, curiosamente, he disfrutado bastante. Y es que esos libros que te hacen sentir cosas, sea lo que sea, son los que merecen la pena. La historia de Wei Hui tiene tintes semiautobiográficos y nos será narrada por su protagonista Cocó, que vive en el Shanghai de finales de los noventa, luchando por su sueño de convertirse en una escritora de éxito. También nos encontramos con su novio, Tian Tian, un joven pintor acomplejado, deprimido e incapaz de manterner relaciones sexuales, y con Mark, el amante alemán de Cocó. Aunque a priori, todos creeríamos empatizar con Tian Tian, me ha gustado mucho ver como poco a poco vas sintiéndote más y más en sintonía con la protagonista y no terminas de entender a Tian Tian. Me pregunto si esta parte será real de su vida y nos muestra su propria incomprensión. Uno de los puntos fuertes de la novela es sin duda la ambientación. Ese Shanghai nocturno, peligroso, pero deseable, donde todo puede pasar. Me hizo recordar mucho a las películas de Wong Kar-Wai, que siempre tienen ese halo de oscuridad, mezclado con la tristeza, la soledad y la melancolía. Y, sin duda, lo más interesante es la valentía de la autora para expresar una libertad sexual tan poco vista en la literatura china. Tanto es así que le valió la censura y la destrucción pública de 40 mil ejemplares. Pero, oye, no hay mal que por bien no venga y al final fue la autora más leída del país, convirtiéndose el libro en una obra de culto. Maravilla absoluta. Me ha dado pena acabarlo, pero hay segunda parte |
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