Requiem por un sueño

Réquiem por un sueño ha sido de mis películas favoritas desde quela vi por primera vez hace unos 6 años y la cual no sabía que estaba basada en un libro, de eso me enteré hace poco así que lo quise leer inmediatamente.
Al comienzo del libro me costó muchisimo cogerle el ritmo, el libro está escrito de una manera a la que no estamos muy acostumbrados, muy parecida a la de Saramago, que no separan los diálogos y es difícil saber quién le habla a quién, la diferencia es que este último ni siquiera separa párrafos, al menos con Selby no está ese problema.
Aparte de que no existe unas distinción en las conversaciones otra cosa a la que me costó adaptarme fue el lenguaje utilizado, no sé cómo explicarlo ni describirlo, pero tengamos en cuenta que los protagonistas son unos drogadictos del bronx así que su jerga es un tanto diferente, y a mí me costó demasiado adaptarme a ella, pero a medida que vas leyendo vas cogiendo el ritmo y vas identificando la manera de hablar de cada personaje hasta que ya puedes distinguir en las conversaciones quien es el que habla.
Como toda adaptación cinematográfica, la película deja de lado diversos detalles que vamos encontrando en el libro, pues este último relata de manera más detallada las situaciones y sobre todo las emociones y pensamientos de los protagonistas, pues estos se ven abrumados por la necesidad de conseguir heroína pero sin llegar a admitir su adicción, en una dicotomia de necesitar consumir heroína pero tener la falsa convicción de dejarla cuando quisieran.
Es una historia fuerte que nos muestra un lado real de lo que es una adicción y de aquello a lo que estamos dispuestos a hacer por esa adicción, y ojo, porque acá la heroína no es la única, también nos muestran otras como la adicción a la TV en señoras solitarias que no pueden hacer algo más con su vida, la adicción y obsesión por bajar de peso, y la más peligrosa de todas, la adicción al amor.
Este libro es una joya.
La película es magistral.
En general está historia es visceral pero maravillosa, como sólo el autor pudo haberlo hecho.