Lo que para unos sería un trabajo tedioso y frustrante, para otros se convierte en un juego de búsqueda del tesoro. Revolviendo entre todo aquello que la sociedad desecha, un amante de los libros puede encontrar toda la sabiduría que el mundo ha expuesto y a la que la mayoría hace oídos sordos. Un pequeño gesto puede embellecer el más anodino de los objetos. Un hombre pequeño puede albergar dentro de sí las palabras necesarias para sobrevivir. Y cuando el progreso llegue para tratar de borrad su huella, él paseará por las calles de Praga recordando a los hombres y mujeres que conoció, los libros que rescató de la quema y el vuelo de una cometa que un día amenazó con llevarlo hasta el cielo. |