Susurros

Si algo ha conseguido este libro desde sus primeras paginas ha sido demostrar que él país de las maravillas, con él que muchos de los ahora adolescentes crecimos, no es tan bonito como parece. Burton ya lo había demostrado en su reinterpretación del clásico en la gran pantalla, pero la novela de A.G. Howard no hace más que confirmar lo que muchos sospechábamos desde aquella adaptación de 2010.
Howard nos muestra a través de Alyssa, una aparente descendiente de la pequeña Alicia a la que todos conocemos, que él país de las maravillas del que tanto se habla en los cuentos no es más que una romantización del mismo; y que además él auténtico país de las maravillas, él tétrico, él aterrador, la causa de la locura hereditaria que se manifiesta en las mujeres de su familia, está en inminente peligro.
Será junto a personajes como él mítico gato de Cheshire, Morfeo, y su mejor amigo y puede que algo más Jeb, con los que emprenderá un viaje a las profundidades para salvar a su madre, a su mundo y al país de las maravillas. Aunque quizás lo que descubra allí la haga cambiar para siempre.
Este libro engancha desde él minuto cero y le da un ligero lavado de cara al clásico ya que se ambienta temporalmente en la actualidad. El propio personaje principal, Alyssa, se muestra como una de las características protagonistas de la literatura juvenil o bien distópica o bien de urban fantasy: fuerte, independiente y valiente al punto de rozar la temeraridad. Sin embargo eso no implica que no tenga sentimientos o que sea fría, ya que su corazón vale más que el de muchas personas a las que he tenido la desgracia de conocer. Otros personajes como Morfeo añaden complejidad a la historia ya que conocemos que él era la oruga del cuento en él que esta novela se basa y sabemos que su pasado en cuanto a su relación con las muchachas Liddell es extenso. Eso le otorga conocimientos que vendrán bien al desarrollo de la trama.
Pero un personaje amado y temido por igual es la propia Reina Roja. Una mujer despiadada, celosa, fría y manipuladora, capaz de todo por quedarse siempre en él trono. Digo que es personaje amado por él simple hecho de lo bien caracterizado que está, en él fondo está hecha para ser odiada por todos, y él hecho de que lo consiga la hace importante y, muy muy en él fondo, querida, porque sin ella como tal no habría historia, o al menos no habría antagonista.
Para concluir me gustaría hablar del país de las maravillas como tal, de como todo él país de las maravillas se puede interpretar como una metáfora, como la imagen clara de como todo pensamiento de Alyssa está evocado a la locura; todo lo que vemos a lo largo del libro en la vida real y observando desde la más fría y pura psicología es un reflejo de trastornos mentales considerables; aunque obviamente no es él enfoque que da la novela ya que es una novela de fantasía. Sin embargo la madre de Alyssa está encerrada por culpa del mismo y eso es él reflejo de la realidad en la que nosotros los lectores vivimos, es él punto realista de la novela y lo que para mi la hace atrayente. El como una simple historia puede convertir la triste realidad de algunas personas en la más preciada fantasía de otras.
Sin nada más que decir, me despido, dando las gracias a todos los que hayan tenido él valor de explorar mis pensamientos a través de esta reseña. Nos leemos pronto amigos.
Ronnie