Es el primer libro que leo del autor. Bastante densa la lectura. Muy depresivo. Un tratado del aburrimiento y un fresco de la sociedad francesa actual. La novela te hace vivir la sensación de hastío que vive el protagonista. El sexo y el amor transitan por toda la novela, la atraviesan, pero no consiguen que el protagonista se termine de interesar y nosotros, lectores llevados por las palabras, lo acompañamos. Un libro ruin, triste, que sostiene que el mundo está y va a un vacío existencial. Un libro que no te va a levantar el ánimo, que no te va a poner contento, ni te va a hacer reír. Pero sí te va a mostrar el lado descarnado de una sociedad inmersa en el consumismo vacío, donde las relaciones no consiguen satisfacer a nadie y en la que el sentido de la vida está desdibujado. |