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Crítica de richmarcelo


richmarcelo
09 August 2022
¿Qué somos nosotros, en suma, el Yo moderno (si es pertinente dar una escueta definición)? ¿Acaso un Yo bípedo implume platónico, un Yo pienso cartesiano, un Yo existo y me defino a la manera sartreana, un Yo y sus percepciones y traumas, un Yo y la materialidad de su cuerpo, un Yo eternamente intermediado, un Yo y su historia de vida que finaliza al morir, un Yo y un mundo al que va apalabrando y comprendiendo, un Yo y su futuro, o una mera ilusión similar a lo que acontece en la saga Matrix de las hermanas Wachowski? Pues, al parecer y a lo largo de esta novela, para Michel Houellebecq, dentro del Yo y de la auto percepción humana, pesa mucho la historia de vida individual atravesada por la eterna pugna entre el Eros y el Thánatos. El sentido del Yo y el alejamiento de una crisis existencial devienen de la capacidad humana de vencer, momentáneamente, al Thánatos en la pequeña muerte; bien sea esta como vehículo de procreación y necesidad de eternidad, pero más que nada como capacidad meramente humana de generar y sentir placer, vigor y amor erótico.

En la novela de Houellebecq tenemos a un personaje principal que es uno y tres. Daniel 1 —el Daniel original— es un humorista, dramaturgo y cineasta que se volvió famoso y millonario gracias a sus shows en los que retrata, critica y satiriza la realidad contemporánea. Su manera de ser es la de una persona misántropa, egocéntrica, megalómana y narcisista. El recorrido que se realiza por la vida de Daniel 1 se va intercalando con lo narrado sobre el «relato de vida» de este y lo que les va sucediendo a sus dos reencarnaciones clónicas; es decir, Daniel 24 y Daniel 25, la triada de Danieles.

Dentro de su acontecer, la relación con las mujeres y el ingreso a una secta de carácter new age, van determinando su arco narrativo. Abandonó a su primera pareja cuando esta quedó embarazada y se alegró por el suicidio de su hijo, al considerarlo alguien prescindible. En cambio, su primer amor post fama y fortuna fue Isabelle; redactora en jefe de la revista Lolita, quien, so pretexto de una entrevista, lo conoció y lo sedujo. Ella encarna el placer sapiosexual: es franca, es sofisticada y es inteligente.

A los tres años de relación contrajeron matrimonio, sin embargo, este solo duró hasta cuando a Isabelle le empezó a carcomer la edad, hecho que, incluso, hizo que saliera de Lolita. Durante este tiempo, Daniel 1 conoció a los elohimitas, una secta creyente en la civilización avanzada de los Elohim; científicos creadores de la vida y del ser humano. También llamados los Sanísimos, son retratados como los guardianes de la salud y de la juventud. Una secta libertina, hedonista, que promulgaba la libertad sexual y el amor no posesivo y polígamo. A los adeptos no se les imponía ningún tabú sexual de los tradicionales, fomentando en ellos la satisfacción ilimitada de los deseos carnales y reduciendo la existencia humana a las categorías de interés y de placer. El elohimitismo se aprovechó del capitalismo de consumo, que privilegia el valor de la juventud sobre la tradición, para calar en la modernidad. Su creencia principal radicaba en la promesa de inmortalidad y en la creación de una nueva especie superior a la humana. La ceremonia inaugural, según los comentarios de los clones, consistía en la toma de muestras de ADN; y una segunda ceremonia, en la que el creyente decidía suicidarse al considerar que su cuerpo se había vuelto inútil. Para replicar los recuerdos de la persona muerta, su historia, su identidad, ensayaron subir toda esta información a un autómata para luego descargarla en un clon.

El líder máximo de los elohimitas, conocido como el Profeta, fungía como macho dominante controlador de la virilidad de sus compañeros y de la sexualidad dentro de la secta. El segundo en la jerarquía era el Poli, mano derecha del Profeta y encargado de toda la logística de seguridad. El tercero, en cambio, era Miskiewicz, el Sabio, un científico a cargo de la tecnología para clonar humanos. En cuanto a las implicaciones legales, estaban cubiertos porque ninguna ley prohibía la creación artificial de vida.

Daniel 1 se convirtió en el primer invitado VIP de la secta y también ahí estrechó amistad con Vincent, un artista de intervención. Este primer Profeta, en su mejor momento, fue degollado por un adepto italiano en venganza por haberse acostado con su pareja. Tras la muerte del líder, Vincent anunció que, al ser el presunto hijo del Profeta, podría asumir el liderato de los elohimitas. Como aún no tenían a la mano la tecnología para clonarlo, comunicaron al público que el antiguo Profeta había abandonado su cuerpo físico para resucitar en uno nuevo y joven: el de Vincent. Y los cambios no se hicieron esperar: se superó el retroceso provocado por el frenesí sexual y se lo reemplazo por orgías rituales. Proyectaron, a través de una Rectificación Genética Estándar, la generación de humanos sin ataduras físicas, como un aparato digestivo o excretor; seres que sustentasen su alimentación a base de agua, minerales y procesos fotosintéticos.

Luego de Isabelle, nuestro personaje entabló una relación con Esther, a quien doblaba en edad. Ella le devolvió la felicidad y con ella vivió los mejores momentos de su existencia, según sus propias consideraciones. La conoció mientras analizaba los perfiles de posibles actrices para una película que estaba desarrollando. El deseo hacia Esther y el placer sexual que esta le proporcionaba, siendo más erótica y libertina que Isabelle, le devolvieron las ganas de vivir y lo revitalizaron, tal es así que se resignó a esclavizarse a ella en aras del amor (una enfermedad renal motivaba a que Esther viviera al límite y sorteara al Thánatos a través de un Eros exacerbado). No obstante, la diferencia de edad y la presencia de una condición de eyaculación precoz, hicieron que Daniel 1 se sintiera anacrónico y avasallado por la juventud de Esther. Toda la generación de la muchacha rechazaba la dependencia hacia el amor y entendía la sexualidad solo como un juego sin ninguna implicación sentimental. Llegado el momento, Esther le anunció sus deseos de una nueva vida en Nueva York, siendo inevitable la separación y concretándose la ruptura en la fiesta de cumpleaños de esta.

Solo nuevamente, Daniel quiso visitar a Isabelle, limar asperezas, contarle sobre Esther y los elohimitas y darse cuenta de una vez por todas de que lo suyo no podía volver a ser y que su existencia se estaba acabando. Isabelle se suicidó el 24 de diciembre, dejando todo a los elohimitas. Este hecho, sumado a la depresión que cargaba a cuestas y la muerte de su fiel perro, Fox (este sería uno de los primeros animales clonados), hicieron que Daniel decidiera también suicidarse luego de terminar de escribir su relato de vida, al que Vincent le había dado tanta importancia. La última de las humillaciones experimentadas por Daniel fue el intentar contactar con Esther, incluso ofrecerle dinero por una última noche de placer sexual.

Tras su muerte, Daniel dejó unca carta para Esther, misma que influyó en lo posterior en el clon Marie 23, quien se relacionó, principalmente, con Daniel 24. La carta hizo que ella decidiera abandonar su vida monótona para buscar en el exterior salvaje una comunidad de humanos clonados con un nuevo modo de organización, ajeno a la radical separación individual. En el poema que acompañaba la carta constaba el verso escrito por Daniel 1 que da nombre a la novela: «Y el amor, en el que todo es fácil, / Donde todo se da al instante: / Existe en mitad del tiempo / La posibilidad de una isla

Quien también se decidió a buscar dicha comunidad fue Daniel 25. La supresión del deseo a la manera budista, el pensamiento liberado, la rutina solitaria entrecortada por intercambios intelectuales y la prevalencia de la apatía, le resultaron insoportables.
Envidiaba a Daniel 1, lleno de deseos, sobre todo sexuales.

Al salir de su zona de confort y entrar en contacto directo con el mundo natural, adquirió nuevas experiencias y aprendizajes. Se encontró con «humanos» salvajes, quienes lo vieron como una suerte de ente superior, le dejaron una ofrenda alimenticia y le ofrecieron de regalo una mujer. Sin embargo, fruto de una bravata, estos salvajes asesinaron al clon del perro Fox.

Daniel 25 empezó a resignarse a no encontrar tal comunidad y a vivir entre esa gente. Si bien el viaje le dotó de la sensación de sentirse como un humano tradicional; es decir, experimentó el amor, el sufrimiento, la añoranza y la sensación de lo infinito en lo finito al ver el mar (experiencia estética de lo sublime), él supo que tan solo se dirigía hacia la aniquilación total. Para él era tan solo un existir sin más en un espacio desolado y catastrófico.

Tal futuro cuasi apocalíptico, presentado por Houellebecq, toma como elementos predictivos a varias características que ya están presentándose en la actualidad. Antes de la desaparición de la especie humana tradicional, según se describe en la novela, hubo un aumento considerable de los suicidios por el declive del conato de los seres humanos; muy alimentado por los deseos sexuales, la líbido y el vigor del cuerpo. Se habla de una Primera Reducción, producto de la disminución de la natalidad, la proliferación de enfermedades y los desastres naturales. Esto ocasionó un regreso de la humanidad a épocas barbáricas y pagánicas. Luego ocurrió una Segunda Reducción, una Gran Desecación y una Tercera Reducción. En este futuro existe una vida que no es vida; en suma, una vida programada, monótona, solitaria y monocromática. Una existencia humana en la que fueron suprimidos el placer erótico y los sentimientos (la risa, el llanto), mismos que tienen que ver con el otro.
En esta realidad viven las reencarnaciones clónicas de Daniel y de otros, llamados neo humanos, en un complejo conocido como Ciudad Central y que los mantiene aislados del ambiente hostil, plagado de salvajes. Primero fue clonada la Hermana Suprema (aunque no se especifica en la novela, este detalle invita a pensar en que podría tratarse de la pareja de Vincent, o incluso Isabelle, dándole un buen giro a la historia) y luego los Siete Fundadores que crearon la Ciudad Central. La Hermana Suprema dio las bases que configurarían las concepciones filosóficas de los neo humanos y los Siete Sabios determinaron la organización política que tendrían estas nuevas sociedades. Los pilares de la fe se asentaron en la duplicación del código genético, la meditación sobre el relato de vida del predecesor y la redacción del respectivo comentario.

Todas las directrices y modos de comportamiento de estos neo humanos, el repertorio de conductas y maneras de ser, estaban determinados, a manera de manuales de usuario, por parte de la Hermana Suprema y de los Siete Sabios. Según ella, la especie humana debía desaparecer para dar paso a un mejor ser, lo que recuerda la filosofía nietzscheana y lo de «el hombre es una cuerda tendida entre la bestia y el superhombre, una cuerda sobre un abismo». Los neo humanos tenían que superar todos los problemas pasados para dejar todo listo para el advenimiento de los Futuros, tras el Retorno de lo Húmedo.

La Hermana Suprema determinó la exigencia de una paulatina desaparición de la vida social y del contacto físico entre los neo humanos. de acuerdo con sus creencias; los celos, el deseo y el apetito de creación (sexo) tienen su origen en el sufrimiento del ser, lo que nos hace buscar al otro como una especie de paliativo; por lo que, hay que superar esta atadura y alcanzar la libertad de la indiferencia. Suprimir el altruismo, la bondad, la compasión y la fidelidad.

Las relaciones sociales de estos clones son consumadas a través de comunicaciones virtuales mediante servidores, sin contacto físico en lo absoluto entre los interlocutores. Para ilustrar esta mecánica se presenta la comunicación entre Daniel 24 y 25 con Marie 23. Por otro lado, el relato de vida es un soporte de información que contiene todo lo que fue el usuario original de donde devinieron sus clones. Los relatos de vida nacieron tras la necesidad de Daniel 1 de dejar una confesión escrita de aquello tan perturbador de lo que fue testigo en Lanzarote. Los clones debían revisar el relato de vida del ser original y comentarlo.
También se presenta el caso de neo humanos rebeldes, desertores que buscan un contacto con lo salvaje del exterior y reniegan de su vida programada. Cuando esto sucede, el equipo de Ciudad Central procede a clausurar la estación del neo humano en cuestión y extinguir así su linaje.

En la novela de Houellebecq, la decrepitud de los cuerpos, debido al paso del tiempo, es determinante en cuanto limita y trunca el deseo de seguir disfrutando y experimentando los placeres sexuales. La corrupción del cuerpo hizo que fuera decayendo la relación entre Daniel 1 e Isabelle, el cuerpo comenzó a convertirse en algo incómodo. La condena nace cuando el amor físico desaparece, cuando el erotismo derrota a la ternura y el amor total se diluye ante la corrupción de la belleza. Un cuerpo que va envejeciendo, atado al deseo de un cuerpo joven, se topa con una sociedad que exacerba dichos deseos, pero dificulta que sean satisfechos a plenitud. Con los años, el deseo sexual se va volviendo cruel con el individuo: este desea cuerpos jóvenes; sin embargo, no hay reciprocidad, salvo por alguna clase de interés ajeno al amor. La novela es clara al señalar que todos los humanos están de acuerdo con el carácter insoportable de los sufrimientos morales que ocasiona la vejez. Así, la vejez en la sexualidad se convierte en uno de los últimos tabúes insalvables, porque, según se señala, el humano puede sacrificar su felicidad, su bienestar físico e incluso su vida por una relación sexual; el placer en el coito contribuye a reafirmar el nivel de fuerza y vitalidad en el individuo, los demás placeres son falsos y solo deterioran el cuerpo; la juventud, siendo el único tiempo para este tipo de felicidad, da paso a la vejez abyecta condenada a trabajar y a sufrir.
El engaño de la inmortalidad se enganchó en este tema, ofreciendo una seguridad física definitiva para que se acceda libremente al placer sexual, para luego ir minando todo contacto físico con el otro. Los neo humanos llegaron a ver con horror los empeños sexuales de los humanos primitivos y cómo esto los subyugó a lo largo de sus cortas vidas.
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