Lo peor de haberse salvado era el tormento de preguntarse quién habría caído.
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Lo peor de haberse salvado era el tormento de preguntarse quién habría caído.
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Eran incontables las lunas que brillaban sobre sus azoteas, o los mil soles espléndidos que se ocultaban tras sus muros.
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¿Cuántos años tienes? ¿Quince? La edad perfecta para que una joven se case.
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Decía que hombres y mujeres eran iguales en todo y que no había razón para que las mujeres se cubrieran si los hombres no lo hacían.
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Eran incontables las lunas que brillaban sobre sus azoteas, o los mil soles espléndidos que se ocultaban tras sus muros.
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Cada copo de nieve era el suspiro de una mujer a la que habían ofendido en algún lugar del mundo.
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Como la aguja de una brújula apunta siempre al norte, así el dedo acusador de un hombre encuentra siempre a una mujer siempre.
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“Tal vez sea ese el castigo reservados a los duros de corazón: comprenderlo todo cuando ya nada se puede hacer”.
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Antes de que sus padres murieran y su vida cambiara tan drásticamente, Laila no habría creído posible que un cuerpo humano soportara tantas palizas, con tanta violencia y regularidad, y siguiera funcionando.
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-Quieren que operemos con el burka -explicó la doctora, señalando con la cabeza a la enfermera de la puerta-. Por esi tiene que vigilar. Cuando vienen, me tapo.
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La edad de la inocencia