Me maravilla la facilidad que tiene este escritor para, de una forma sencilla, contarnos las cosas más horribles. La descripción de la violación de Hassan me estremeció, y eso que lo hace con una gran delicadeza. Quizá esté ahí su grandeza. Empecé el libro y no pude parar, tenía que seguir leyendo página tras página para ver qué iba a ocurrir con Amir y Hassan. Ha sido una historia muy dura que se desarrolla en un contexto más duro aún. Los afganos y su cultura eran unos grandes desconocidos para mí. Ahora conozco un poquito su forma de vida. Hassan ha sido mi personaje favorito. le admiro profundamente. Me ha impresionado su capacidad de ponerse en el lugar de los demás y disculparlos por sus errores, su tolerancia en esa sociedad tan poco tolerante y su gran corazón. Mi parte favorita es la parte final, cuando Amir va a buscar a Sohrab. También es la que me ha producido más tristeza. Pensar en todos los niños que la guerra dejó huérfanos y en las pésimas condiciones en las que vivían ha sido estremecedor. No puedo imaginarme lo tremendamente horrible que será vivir esa situación. He estado enfadada con Amir gran parte del libro. No podía perdonarle que hubiera dejado que le hicieran eso a Hassan y menos lo que después le hizo él mismo. Así que me alegré mucho cuando decidió hacer lo correcto e ir en busca de su sobrino. La parte en la que se enfrenta con Assef no me ha parecido muy creíble (la pelea cuerpo a cuerpo), pero bueno, no podía ser tan perfecto como “Mil soles espléndidos”. al menos para mí |