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“Nunca, Nunca” está narrado desde la perspectiva de nuestros protagonistas; haciéndonos ver, desde su punto de vista, el día en el que empezó todo para ellos. No logran recordar las cosas más simples y básicas de sus vidas, llegando a tal punto en el que también se desorientan. No saben quienes son, ni como se llaman, ni donde se encuentran. Nada. Recalco mucho como se van dando los hechos entre ambos a medida que transcurre la historia, en como ellos, reprimidos por sus propios recuerdos, tratan de encajar las pocas piezas que tienen para descifrar algo e intentando unir las nuevas pistas que van descubriendo. En cada momento del libro querés saber más, que pasa o que puede llegar a pasar, que tiene que ver una cosa con la otra y, el misterio más grande, ¿Por qué surgió esto de olvidarse de todo tan repentinamente? Es una lectura rápida que te atrapa de principio a fin, y con lo que más me quedo de todo es el final, porque después de terminarlo, lo único que rondaba por mi mente era “Necesito saber qué va a pasar ahora” |
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