El rey malvado

Tras convertirse en la senescal del rey supremo de Elfhame, Jude consiguió algo que ansiaba, poder, pero con ello traicionó a dos personas muy poderosas, a Madoc, el general del reino de las hadas y a quien Jude consideraba su padre y a Cardan, el propio rey, a quien consiguió atar con un juramento que tiene como duración el tiempo de un año y un día y que le permite darle órdenes a su antojo. Pero si algo es más difícil que conseguir poder, es mantenerlo. Con una guerra inminente con los habitantes del mar, Jude no solo debe descubrir los planes que la reina Orlagh y el príncipe Balekin se traen entre manos también debe hacer frente a los engaños y mentiras que los feericos tejen a su alrededor. En un mundo en el que la traición se esconde en cada esquina, Jude debe ser más astuta, inteligente y cruel que todos sus adversarios si quiere aferrarse a lo que más le importa.

La verdad es que esta segunda parte me ha gustado más que el primer libro. La trama está llena de acción y no decae en ningún momento, las intrigas, los engaños y las traiciones están a la orden del día, pero vemos como Jude se mueve en este peligroso ambiente como pez en el agua. Este segundo libro se centra más en la política del reino de las hadas y en los tejemanejes de la Corte y es algo que me ha gustado, vemos como los diferentes reinos, el de la Tierra y el del Mar conviven entre sí y cómo los feericos harían cualquier cosa por el poder. La pluma de la autora me ha encantado, es ágil y algo oscura pero casa a la perfección con la historia además la autora sabe manejar la intriga, el misterio y la acción de una manera espectacular para mantenerte enganchado a las páginas desde el inicio hasta el final del libro. Además hay varios giros en la trama que no esperas y que solo hacen que te metas más en la historia. En cuanto a los personajes, creo que están muy bien construidos tanto los principales como los secundarios, todos tienen su papel en la historia, además son personajes complejos, dotados de maldad y cuyos comportamientos siempre se basan en los deseos y el beneficio personal. Por destacar mencionaría a Jude y Cardan ya que creo que son los que más han evolucionado además su relación de amor-odio es bastante entretenida de leer. Jude en este libro sigue siendo igual de cautelosa, inteligente y manipuladora que en el primer libro, me ha encantado ver cómo manejaba todos los asuntos de Cardan a la vez que tejía todos los engaños y secretos que rodeaban a la Corte. También me ha gustado ver la evolución de Cardan, en este libro llegamos a conocer mejor a su personaje lo que me ha permitido entender mejor su comportamiento del primer libro. En cuanto al final es de infarto, está lleno de acción, revelaciones y traiciones que deja con mil ganas de leer la continuación. En definitiva una segunda parte que estoy segura de que no decepcionará a ningún amante de la fantasía.

La historia de Jude y Cardan avanza y con ella la trama principal. En este segundo libro se desvelan más secretos, se harán pactos entre aliados y no faltarán las traiciones.
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Sigue siendo una historia en la que nadie se puede fiar de nadie y en la que todos quieren tener el control del reino y la corona. Pero algunos personajes se dejan conocer un poco más y llegan a mostrar algo de corazón que parece que no tenían antes. La relación entre Jude y Cardan evoluciona, pero los malentendidos y el ansia de Jude por ser aceptada como una más pone ciertos impedimentos.
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Y el final que tiene deja con ganas de más.
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Tras ser coronado rey, Cardan empezará a ejercer como tal. A pesar de ser él quien ejecuta las órdenes, no será su voz la que se está atendiendo, sino la de Jude, que gobierna en las sombras.

Mientras ella está al cargo de Elfhame, su hermano Oak, disfruta de una infancia en el mundo mortal hasta que esté preparado para ocupar el lugar que le corresponde.

Jude se enfrenta a muchos conflictos internos. Por una parte, el poder que ostenta empieza a generarle dudas: ¿será capaz de seguir con su vida una vez ya no esté al mando? Por otra parte, su relación con Cardan es más cercana; al fin y al cabo, dependen el uno del otro. En esta situación, mantener los sentimientos a raya se vuelve cada vez más complicado. ¿Hasta cuando podrá resistirse a él?

El rey malvado se estructura, al igual que El príncipe cruel, en 30 capítulos de longitud media., acompañados a su vez de un prólogo y un epílogo. La autora sigue dividiendo la historia en dos partes: el primer libro (21 capítulos) y el segundo capítulo (9 capítulos). Esta división no es aleatoria, ya que marca perfectamente un giro importante en la trama. Personalmente, me gusta que Black haga esta particion, pues me ha ocurrido en ambas historias que una parte me ha gustado y es más fácil hacer referencia a una u a otra de esta manera.

De nuevo, la historia está narrada en orden cronológico y desde el punto de vista de Jude, lo que limita en gran medida el nivel de empatía que se pueden sentir por otros personajes.

El ritmo de la novela ha sido bastante constante y no ha habido ningún momento en el que me haya sentido lo suficientemente sumergida en la historia como para no querer parar de leer. Así como en la primera entrega el ritmo era frenético a partir de la segunda mitad del libro, en esta ocasión, aunque también hay elementos que sorprenden y generan tensión, a mí personalmente no me han generado el interés que esperaba.

La pluma de Holly Black sigue gustándome tanto como la primera vez que la leí. Amena, directa, y sin demasiadas florituras.

La trama de este segundo libro me ha llamado mucho menos la atención que la del primero. Partiendo de que ya conocemos Faerie, ya no se explica nada en cuanto a la ambientación (algo que disfruté mucho de El príncipe cruel), y se centra solo en la acción —que a mí, en general, no me ha generado ningún interés—.

Lo que más me ha gustado son las reflexiones que hace Jude acerca del poder. Cómo ha pasado de ser la Jude del primer libro, una mortal en un mundo en el que no encaja, a ser una Jude más fuerte, decidida y, sobre todo, con capacidad para dar órdenes y que sean escuchadas. La lucha que lleva a cabo para que este poder no se le suba a la cabeza y mantener los pies sobre el suelo me ha resultado fascinante.

También me ha gustado cómo evoluciona su relación con Cardan. A pesar de que son pocas las escenas que comparten —esperaba muchas más, la verdad—, la dinámica sigue pareciéndome fantástica. Ese tira y afloja constante, pero con un Cardan más humano y más real asomando cada vez más a través de la fachada que se ha creado.

El resto de la trama, que se centra en luchas de poder, argucias y demás tretas políticas, me ha parecido aburrida, tal vez porque me ha resultado más de lo mismo tras leer la primera parte. En el caso de El príncipe cruel cuenta con el efecto sorpresa, fascina porque no esperas lo que te va viniendo. En El rey malvado abusa demasiado de este recurso y, al final, se vuelve monótono.

En cuanto al final, sí me ha gustado el giro argumental que ha dado. de nuevo, la autora deja al lector con ganas de seguir con la trilogía.

Los personajes son para mí lo que ha salvado la novela de tener una peor nota.

Jude ha seguido conquistándome con su astucia y la fuerza de su carácter. Sin embargo, es a Cardan a quien le debo haber continuado leyendo en los momentos en los que no estaba segura de querer seguir con la trilogía. Su personaje, lleno de matices, se va abriendo poco a poco. le conocemos más y, poco a poco, queda atrás aquel ser cruel que conocimos en el primer libro.

Estoy acostumbrada a la belleza de Cardan, pero no a sus vulnerabilidades.
Sabemos un poco más sobre los integrantes de la Corte de las Sombras: Fantasma, Cucaracha y Bomba. He disfrutado mucho de saber de dónde vienen, qué les ha traído a su situación actual y, sobre todo, cómo la autora explora la relación entre ellos y con Jude.

No soporto a Taryn, la hermana gemela de Jude. Pero no es nada nuevo, pues lleva irritándome desde el primer momento. Para mí no ha evolucionado (o tal vez soy yo, que ya la tengo cruzada).

Y de los nuevos personajes, sinceramente, no me ha llamado ninguno la atención.

En definitiva...

Donde el primer libro logra sorprender, en el segundo de la trilogía se convierte en monotonía. Una trama a la que le falta la tensión de El príncipe cruel, donde todo sucede sin más, dejando al lector indiferente. Se salva del libro la evolución de la relación de los protagonistas, así como la manera en la que se va descubriendo a un Cardan más humano y menos cruel. También deja buen sabor de boca el final, que cuenta con un giro argumental que te invita a seguir con el tercero para terminar la trilogía.
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La historia continua en el punto final del anterior libro. Han pasado un par de meses pero Jude comienza a ver que su brillante plan no es tan brillante y hace aguas por muchos puntos.
La actitud de Cardan tampoco es la mejor, ya que está comportándose tal y como dijo que haría, metiéndole en algunos problemas y mostrando solo su parte más fiestera.
Pero el peligro acecha en cualquier esquina: un intento de asesinato, un plan fallido, problemas familiares, un secuestro y muchas traiciones estarán servidos desde casi el primer momento.

La novela continua con el ritmo de la primera novela, como ya conocemos el mundo y a los personajes en este libro la acción empieza un poco antes y engancha de una manera brutal, haciendo que te leas el libro en dos días.
Con sucesos que no esperas y con otras que veías venir nos van preparando para la última parte de la trilogía que estoy deseando leer.

Continuamos con la historia de Jude, en esta ocasión la segunda parte de la trilogía “Los habitantes del aire”. Una historia de aventuras, seres fantásticos, amor, traiciones y mucha acción.

Jude ha conseguido colarse en la Corte Suprema, su intención es proteger a su hermano Oak, como heredero final de la Corona de Faerie. Y aunque cada vez tiene más enemigos y sus sentimientos por Cardan solo se hacen más grandes, hará lo posible por confabular en las sombras, si es necesario, para lograr su objetivo.

En la misma línea que la primera parte, una narración muy ágil, que engancha muchísimo. Para leer esta segunda parte de la historia, es necesario haber leído con anterioridad la primera. No se puede leer de forma independiente.

Poco puedo decir para no desvelar nada, sólo que sigue siendo una historia juvenil llena de aventuras y con mucha luz., pues no termino de verle ese ambiente oscuro que trata de vender la historia..

Seguiré con la tercera parte y última.

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¡Hola a todos!

Uff, es que no puedo parar con esta serie. Hoy os traigo mis impresiones de El rey malvado la segunda entrega de la serie Los habitantes del aire, compuesta por 3 libros y algunos relatos cortos. Son unas historias que nos sumergen en el mundo feérico, su política y las intrigas de la Corte Suprema.

He aprovechado la reciente reedición del estuche especial que incluye dos relatos: Relato especial de Una visita a las tierras imposibles y Cartas de Cardan a Jude para hacerme con ellos ya que esta serie no dispone de momento de edición digital.

Después del final de El príncipe cruel estaba deseando saber como continuaba esta historia que tanto me enganchó con su primera entrega.

Jude ha traicionado a Cardan, ha manipulado y conspirado para que sea coronado rey contra su voluntad y ahora ella es su senescal, su mano derecha que gobierna desde la sombra gracias a la promesa de obediencia de Cardan. Aunque sabe que esa promesa tiene fecha de caducidad y cuando el año pase se tendrá que enfrentar a las consecuencias de lo que está haciendo.

Cardan se ve obligado a ejercer un papel que nunca quiso, el de rey de Elphame. Aunque en realidad solo es rey de nombre ya que a causa de su promesa tiene que obedecer los deseos de Jude, es ella la que gobierna y lo manipula para que haga su voluntad. Él hace su papel obligado y eso se nota, se dedica a sus fiestas y placeres haciendo que el reino se resienta bajo la inestabilidad de su reinado. El poder de la corona está ligado al rey y eso hace que el reino cambie.

Jude tendrá que enfrentarse con las amenazas contra el trono, que son muchas, e intentan proteger a Cardan para protegerse a sí misma y a Oak durante el proceso. La amenaza de guerra es constante y Jude tendrá que usar sus mejores armas para evitarla, mientras intenta ganar tiempo para conseguir prolongar la promesa de Cardan y ganar tiempo para Oak.

Jude va actuando sobre la marcha, se replantea cada decisión sin llegar a estar segura de que estas sean las correctas y de si todo lo que está haciendo servirá de algo. Pero al mismo tiempo el poder corrompe y la ambición en ella crece, cada vez se siente más cómoda siendo la que lo ejerce y aferrándose a él.

En este libro vamos a ver un cambio en la dinámica de la relación de Jude y Cardan y un avance respecto al romance entre ambos, aunque yo no diría que hay amor (de momento), por lo menos de la manera convencional en que lo conocemos, hay deseo, quizá un poquito de interés mezclado con odio.

El deseo es una parte importante en la historia, ambos personajes sienten una fuerte atracción que intentan esconder y evitar disfrazándola de odio.

A pesar de que tenemos pequeñas pinceladas en las que Cardan se abre a Jude, sigue siendo el gran desconocido en este libro, seguimos viéndolo a través de los ojos de Jude y su perspectiva no es demasiado objetiva. Aunque por algunas conversaciones iremos haciéndonos una idea de la realidad que Cardan oculta tras esa fachada de frivolidad e indolencia.

La que me ha llegado a irritar es Jude, que manipula a Carlan para conseguir lo que quiere y luego se extraña y se indigna cuando él hace lo mismo. al estar narrada desde la perspectiva de Jude no sabemos que pasa por la cabeza del rey y sería interesante ver la perspectiva de Carlan pues no sabemos que siente y piensa por todo lo que se está viendo obligado a vivir.

Nos sumergimos en un mundo oscuro, duro y cruel en el que se lucha por el poder. En esta ocasión tendremos la ocasión de conocer un poco de Inframar, el reino de la reina Orlagh que conspira junto con Balekin para que Nicasia sea reina. También he reafirmado mi odio por Taryn, no sé como Jude puede perdonarla después de todo lo que le ha hecho, yo no podría volver a confiar en ella por muy unidas que hubiéramos estado en el pasado.

Las motivaciones de Jude se desdibujan durante la historia, en el primer libro iba actuando sobre la marcha y en este no cambia mucho la cosa. Es un personaje curioso porque a pesar de sus muchos fallos y debilidades termina cayéndote bien. Ambos son personajes complicados que a pesar de sus acciones terminas entendiendo ninguno es totalmente bueno ni totalmente malo, hacen lo que deben para sobrevivir y al final acabas encariñándote con ellos.

El libro tiene 380 páginas, como el anterior se divide en dos libros (primero y segundo) que a su vez se dividen en: prólogo, treinta capítulos más epílogo. La narración como en el anterior sigue siendo en primera persona y a cargo de Jude. Sigue tan adictiva como la anterior, es una historia que va in crescendo no baja el ritmo en ningún momento, me ha gustado incluso más.

Me encantaría que la tercera parte estuviera narrada por Cardan o al menos tuviera la oportunidad de darnos su punto de vista que pienso que puede aportar mucho a la historia y ser muy interesante.

El rey malvado nos sumerge en las luchas por el poder de Elphame, una historia llena de traiciones y giros inesperados, con un final de infarto que te deja deseando leer de inmediato el desenlace que encontraremos en La reina de nada.
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Me ha gustado más que el primero. En este se ahonda en otro tipo de tramas que no te ves venir tanto. Las intrigas palaciegas aún así, no sé por qué, pero se me han quedado cortas (y mira que hay muchas). Creo también que la historia impactaría mucho más si estuviera contada en tercera persona, porque Jude, a pesar de ser el tipo de personaje feroz de Holly Black, por cómo lo cuenta, es como si endulzara toda la crueldad del mundo de las hadas, lo que le ocurre, lo que hace, las traiciones, etc.
El final me ha parecido muy bueno, y lo que más me gusta: coherente y satisfactorio. Creo que se había dejado demasiado de lado a personajes con los que había que llevar cuidado, así que al final, eso acaba dando el golpe de gracia. Aún así, me hubiera gustado una visión más completa de la trama, usando también otros puntos de vista. Pero la historia es como es, eso no se puede cambiar.
Tengo curiosidad por lo que va a pasar ahora, y espero que no vaya en la dirección más típica, porque podría ser un puntazo enorme seguir la vía de Cardan.

Después del fina del príncipe cruel tan inesperado me moría de ganas de leer el segundo de Holly Black, pero he de decir que no ha sido tan enganchante como el primero.

El principio es lento y no pasa absolutamente nada, y una vez que pasa, pasa todo demasiado rápido. Ojo, no es que no me guste la acción sin pausa si no que creo que cojea un poco al ser primero lento y luego a correr.

En sí la lectura me ha gustado, no obstante no se convertirá en uno de mis indispensables.

Simplemente puedo decir que me ha gustado más que el primero, al principio me aburría pero conforme iba llegando al final se iba poniendo cada vez más interesante hasta que pegó el pelotazo... Con este segundo libro me quedo con ganas de terminar la trilogía y saber cómo acaba.

Puntuación: 7,5 / 10 – 3,75 estrellas de 5

Nadie dijo que fuera a ser bueno, que se fuera a convertir en un ángel.

En este segundo libro podemos ver cómo se desarrolla la relación entre Cardan y Jude con todos los inconvenientes y obstáculos posibles.

El romance aparece, pero no es una parte básica en la historia todavía porque tiene momentos muy concretos dentro de la narración general.

Las escenas de lucha, sin embargo, son mejores y más detalladas, al igual que la confrontación final con la Reina de los mares.

Empiezo a ver a Jude como una chica más decidida e inteligente, y no tanto como a una niña caprichosa… al menos en su mayoría. Me va gustando más el personaje, pero creo que hay poco énfasis en general en la historia. Todo pasa muy rápido, sin adaptación, y siguen existiendo incongruencias.

Tal vez, lo más reseñable en este son las traiciones, probablemente peor que la vista en el primer libro, y el destierro final. Entiendo que a la gente le guste, pero por ahora no se convertiría en una de mis recomendaciones de cabecera: está bien, es entretenido, ligero para ser fantasía, buena ambientación… Me falta un poquito más, aunque no desanimo a nadie a leerlo. A su favor, me encantan los personajes grises: ni totalmente buenos, ni totalmente malos.
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