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Everless nos situa en un mundo mágico en el que no existe el dinero sino que las cosas se pagan con monedas de tiempo que se extraen de la sangre, por lo tanto, los ricos viven durante cientos de años, mientras que los pobres deben sangrarse día tras día para conseguir un plato de comida. Nuestra protagonista es Jules, una adolescente que vive en un pueblo muy humilde junto a su padre, al que le queda poco tiempo de vida y sigue estando lleno de deudas. Solían vivir en Everless, el castillo de la familia Gerling, ya que el padre de Jules era herrero; hasta que Jules descubrió algo horrible y tuvieron que escapar para mantenerse a salvo. Ahora, la adolescente se ve obligada a volver a este lugar lleno de misterios y gente siniestra ya que es la única forma de pagar sus deudas y salvar a su padre. Empecé a leer este libro con la esperanza de leerlo antes de que venga la autora para poder firmarlo y la verdad es que tenía muy pocas expectativas y aun así logró decepcionarme. le tenía fe a la trama, sobre todo porque me encanta todo lo que tenga un tinte político e ideológico encarado desde una perspectiva fantástica, distópica o juvenil y pensé que esta historia lo tendría. Siempre me pareció muy interesante el tema del tiempo de los ricos y el tema de los pobres, ya había visto una película del tipo distopía sobre el tema y me había encantado, así que pensé que en este libro iba a tener un poco más de eso pero me equivoqué por completo. No me molestan los middle-grade, es más, algunos middle-grade que leí este año se convirtieron en mis libros favoritos. Lo que me molesta es cuando una historia inspira a ser oscura y madura cuando no lo es, sobre todo cuando la escritura en sí no lo es. Me encontré con muchos aspectos infantiles -en el mal sentido de la palabra-. Desde ese amor tan profundo que no me pareció que tuviera mucho sentido y aparecía en los peores momentos cuando lo que menos me importaba eran los intereses románticos de la protagonista; hasta la falta tan grande de ideología teniendo en cuenta la trama del libro. Además los personajes no me causaron nada, no llegué a empatizar con ellos, mucho menos con la protagonista que era la clásica "me dijeron que no haga tal cosa así que voy a hacer exactamente eso". Sé que si hubiera leído este libro hace cinco años probablemente me habría gustado, pero hoy luego de tantas lecturas me parece que esta historia no aporta nada nuevo. Tiene mucho de lo que ya vimos en años pasados hasta el cansancio y tampoco se pueden rescatar otras cosas como la sorpresa del final porque fue, a mí parecer, decepcionante. Además quedaron muchas cosas inconclusas y sentí que la escritora fue dejando hilos de los que tirar si llegaba la oportunidad pero como nunca llegó quedaron colgados, como muchas situaciones con Roan. También encontré otras incoherencias como que la protagonista decía "no me tengo que encariñar con tal persona" y en la siguiente página estaba tipo "ya la siento como una hermana". Algo positivo: me gustaron bastante las historias mitológicas (cuando no tenían que ver con ninguno de los personajes que ya conocíamos); las ideas en sí están buenas, sobre todo como se entremezclan los misterios (aunque la forma de solucionarlos no me gustó para nada); y la fantasía, que es algo con lo que soy muy crítica, no me pareció forzada en ningún momento. Así que nada, la verdad es que hoy no puedo recomendar este libro y sé que muchas personas sintieron lo mismo que yo. No sé si en algún momento terminaré esta bilogía pero actualmente no tengo deseos de hacerlo. |
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