La institutriz Real: La historia de la mujer que educó a Isabel II

Cuando vi este libro entre las novedades de la editorial dudé en si pedirlo o no, suelo disfrutar mucho los libros de ficción con ambientación histórica, pero este es uno basado en hechos reales y esos no son realmente el tipo de libros que me interesan. Desde la reedición del sello de Umbriel sus libros no han dejado de sorprenderme y decidí tomar el riesgo.

La vocación de Marion Crawford siempre ha sido la educación y está muy comprometida con esto, tal así que planea terminar su carrera como educadora e irse a enseñar a los barrios más pobres para que los niños puedan tener los elementos necesarios y buscar oportunidades para una vida mejor. Pero la vida no siempre es como la imaginamos y cuando le ofrecen trabajar como institutriz de las princesas Isabel y Margarita ve la oportunidad de crear un cambio desde la realeza: pretende sensibilizarlas al mundo real, demostrarles que hay más carencias que lujos y que el país necesita un cambio. Esta no será una tarea sencilla y llevó más tiempo y compromiso del que Marion creyó necesario, pero no le importa, ya que ha logrado adaptarse a la familia real mejor de lo que esperaba e incluso se encariñó con las niñas al grado de quererlas tanto como si fueran sus propias hijas.

Me parece que cuando se trata de libros basados en hechos reales no podemos criticar la trama porque, por más que la autora quiera tomar un camino diferente, no se pueden cambiar las cosas que ya pasaron, pero de lo que sí podemos hablar es de cómo se explotan los hechos. Lo primero que quiero aclarar es que esta no es mi tipo de lectura, no soy fan de la historia y mucho menos de los monarcas, así que iba en parte a ciegas con los asuntos de la realeza (sí, lo admito, no conocía la historia de la famosa reina de Inglaterra, sorry :v), pero una vez terminé el libro decidí hacer una investigación rápida y parece que nada de lo que nos cuenta la autora es falso: incluye los primeros años de infancia de la reina Isabel (cuando sus padres aún eran duques de York), pasando por la abdicación al trono de Eduardo VIII, la Segunda Guerra Mundial, hasta el momento de su boda con Felipe. Y voy a ser honesto, disfruté mucho ver cómo se vivió la incertidumbre de estos acontecimientos, sobre todo cuando se trata de los que se suponen dan fuerza y esperanza al pueblo.

Ahora bien, hablemos de la pieza central de esta historia: Marion Crawford. Es todo un personaje, casi hasta parece sacado de la ficción. Para estar a inicios del siglo XX es toda una mujer estudiada, culta, visionaria y feminista, es joven y tiene sus convicciones claras, nada, ni el dinero, la pueden persuadir de su objetivo: no estar atada a un hombre, dejar su marca en el mundo y hacer lo que le apasiona, enseñar. A lo largo del libro se nos regalan sus pensamientos donde critica el sistema patriarcal y las conductas machistas de la época y las que se perpetúan, se muestra lo comprometida que está con la igualdad y equidad de condiciones, y lo injusto que resulta el no poder tener acceso a mejores oportunidades por no estar preparado y que el no estar preparado se derive tus condiciones sociales. Hasta el momento amamos, en serio me parecía un personaje (persona, jaja) súper completa y de las que dejan huella y esto es el primer tercio del libro. Pero hay un cambio cuando acepta el trabajo con los duques de York y con su eventual ascenso, poco a poco modifica su forma de ser, sus ideales se vuelven más laxos y su compromiso flaquea.

Una de las cosas que más detesto es que se romanticen los trabajos porque, aunque hay trabajos que más se necesiten que otros, todas las actividades son esenciales y nadie debería ser o sentirse superior solo por desempeñar una labor. Y aquí se nos deja muy claro cómo el trabajar para la familia real te cambia la vida, y no en el buen aspecto. Una de las cosas que más recuerdo es cómo los empleados de los duques siempre están con aire altanero y calidad de intocables solo por trabajar para ellos, estos aires de grandeza Marion los critica porque es fiel creyente de que todos somos iguales sin importar el trabajo que desempeñemos, pero con el paso de los años cae en este cliché, creyendo que ella es la única que puede educar a las princesas y que sin ella la monarquía estaría perdida (inserte emoji de payaso aquí). al final me dejó con la sensación de que Marion no quería hacer un cambio sino que quería sentirse importante, necesitada y hacerse la víctima, porque de eso tenemos mucho.

Mi gran problema fue la narrativa, es increíble e innecesariamente descriptiva, en cada oportunidad se nos describe la opulencia con la que viven los monarcas, lo finas que son sus vestimentas, la cantidad innecesaria de empleados que hay, etc., y en un primer momento sirve para crear el ambiente e imaginarnos como intrusos, como aquellos revolucionarios que intentan derrumbar al sistema, pero cuando se sigue haciendo referencia a todo lo fino, inmaculado y perfecto que hay en esas casas, de las que ya conocemos hasta el baño, resulta aburrido. Pero de lo que no me quejo es de la cantidad de chisme que maneja, se nos revelan muchos detalles sobre cómo eran realmente los monarcas, sus costumbres más raras y cómo los rumores son eso, rumores sin fundamento y lo que de verdad podría ser noticia, es ignorado. Aquí amamos el chisme y eso me mantuvo leyendo hasta la última página.

Es importante saber que: 1) el libro no está centrado en la infancia de la reina Isabel, sino en la vida de Marion, por lo que nos enfocaremos en su vida: sus romances, la relación que tiene con su madre, sus pensamientos, sentimientos y, lo más importante, su trabajo como institutriz; así que llegar a esta historia esperando encontrar un enfoque completo en la realeza es un completo error. 2) Este es el inicio de una trilogía sobre la realeza, el siguiente libro (The duchess) será sobre Wallis Simpson y estoy ansioso por leerlo ya que hubo varias interacciones de ella con Marion y amé.

En resumen, La institutriz real, es un retrato íntimo y lleno de detalles jugosos sobre la familia real que en ocasiones llega a ser conmovedor, pero la mayor parte del tiempo es increíblemente lento y denso. Totalmente recomendado para aquellos que amen la historia y, sobre todo, las cosas referentes a la monarquía.