Gus

Cuando terminé de leer el libro, como pocas veces en mi vida de lectora me dije “¡guau!, los otros (lectores) tenía razón, este libro es maravilloso”. A posteriori supe que esta historia era la segunda parte de una trilogía y me alegré infinitamente no saberlo antes y no haber leído la primera parte porque parte del encanto del libro fue descubrir todo aquello que se escondía detrás de Gus y sus problemas. Aun ahora no he leído Bright Side, pero es mi próxima parada.
Me encantaron los personajes, el desenfado con que asumen sus diferencias, sus virtudes y sus defectos. Me encanta Gus con su enfado con la vida y cómo se reconcilia con esta. Pero sobre todo adoré a Scout MacKenzie, excepto por el nombre. Scout sale de su propio caparazón a medida que ayuda a Gus a salir del pantano emocional en el que se ha metido. La amistad es el remedio para estas dos almas maltrechas, las ayuda a encontrar el camino para vivir con sus pérdidas.
El libro entero está lleno de mensajes positivos dentro de la cruda realidad, el valor de la amistad, que los recuerdos no tienen por qué ser dolorosos, que en el corazón caben muchas clases de amor, que todos merecemos otra oportunidad, que la música puede ser un remedio, que la pasión lo cambia todo, que se puede salir adelante si te esfuerzas lo suficiente y un largo etc.
Kim Holden logra construir sus personajes y su historia de manera orgánica, muy íntima y fluida, no sentí que nada sobraba ni faltaba.
Me encantó.