Hasta que el infierno nos separe

Naomi y Nicholas atraviesan uno de los peores momentos de su vida. Tras varios años de relación no se soportan y se pasan los días discutiendo. Esta situación podría darse en cualquier pareja, ya que la convivencia no es fácil y resulta inevitable no discutir. El gran problema es que están prometidos y la boda, que está cada vez más cerca, se encuentra en serio peligro. La desidia proviene por parte de los dos, pero es ella la que está más harta de Nicholas. El cisma de la relación la ha provocado la madre de él. Es una señora insoportable, manipuladora, controladora y entrometida que quiere manejar todo a su antojo: a su hijo, a la nuera, al marido, la boda y los detalles de la misma, hasta el punto en el que deja a los novios sin capacidad alguna de decisión. Naomi está cansada de que su pareja se deje manejar por su madre y que no le plante cara. Asimismo, los padres de él son una familia adinerada, bien posicionada, y Nicholas tiene un buen trabajo, mientras que Naomi trabaja en una tienda en la que es feliz porque le gusta la labor que desempeña y los amigos que ha encontrado, pero es una tienda que está a punto de cerrar por falta de clientela, hecho que sirve a la suegra como arma arrojadiza para hacerla sentir como una fracasada.

En este ambiente de hartazgo, desilusiones, peleas constantes etc. se dan cuenta de que no quieren casarse, pero si alguno de los dos cancela la boda tendrá que pagar los gastos. Es por ello por lo que cada uno en secreto elabora un plan de hacer de la vida del otro un infierno con el fin de que sea quien suspenda la boda. La poca sutilidad con la actúan evidencia sus planes y cuando uno es consciente de los planes del otro deciden usar toda la artillería pesada y aprovechan para ser más claros que nunca entre ellos ¿Superarán sus diferencias y se casarán o la pareja está tan herida que ya no tiene solución?

Descubrí este libro el otro día cuando entré a una librería a curiosear y el título me llamó la atención, pero cuando leí la sinopsis decidí que, efectivamente, tenía que leer este libro. Tanto es así que lo antepuse a otras lecturas pendientes. al principio no me gustó demasiado porque veía la situación muy forzada. El libro empieza cuando los dos se conocen, donde todo es felicidad y en el siguiente capítulo ha pasado un tiempo y ya se están tirando los trastos a la cabeza y siendo crueles el uno con el otro. Estuve a punto de abandonarlo y menos mal que decidí continuar porque cuando la autora empieza a explicar los motivos que han desembocado hasta ese punto fue cuando lo empecé a disfrutar. Hasta ese momento algunos tiras y aflojas me parecían divertidos y me animaban a seguir leyendo, pero otros me disgustaban porque eran bastante crueles. Además, tampoco empatizaba con los personajes. Naomi me parecía una insoportable y Nicholas bastante machista, cruel, huraño, con poca personalidad y un cobarde. Sin embargo, cuando se descubre todo el misterio me gustaron los dos. Ella es una persona sensible, sumida en una gran tristeza, pero con una gran fuerza para sobreponerse y plantar cara y él es un hombre atormentado por sus padres que se ha perdido un poco a sí mismo, pero es leal a los suyos y tiene buen corazón.

En cuanto a la pluma de la autora debo decir que recurre demasiado a las descripciones largas (algunas ocupan una página o más) y en ocasiones eso ralentiza un poco la lectura y la vuelve un poco pesada, pero eso no ha impedido que disfrutase del libro y que quisiera seguir leyendo. El libro es divertido, entretenido y con una historia que no es lo que aparenta a simple vista.

En conclusión es una comedia romántica con personajes bien construidos, una trama divertida, más profunda de lo que parece en principio y bien escrita. Me ha gustado.