Cascanueces y el Rey Ratón

No sé si le pasará a todo el mundo, pero en mi caso, cuando pensaba en el Cascanueces me venían a la cabeza la escena de Navidad, el árbol lleno de regalos, los muñecos cobrando vida en Nochebuena, el Cascanueces herido, la batalla de los soldados de plomo... y ya. Eso era para mí el Cascanueces. Supongo que también tiene mucho que ver que no he visto el ballet, aunque el ballet no es realmente adaptación de este cuento de Hoffmann, sino de la adaptación que escribió a su vez Alexandre Dumas a partir del cuento original. El caso es que yo me quedaba en la batalla y ya está, así que descubrir la verdadera historia ha sido un lujazo.

La premisa yo creo que es conocida. Marie y Fritz Stalhbaum son dos hermanos que reciben sus regalos en Nochebuena tanto por parte de sus padres como de su padrino Drosselmeier. A pesar de todas las cosas bonitas que recibe, el juguete preferido de Marie es un cascanueces que su hermano, sin consideración alguna y con toda la intención, rompe al usarlo con las nueces más duras. al llegar la noche todos los juguetes (incluido el cascanueces) son guardados en una vitrina y la familia Stalhbaum se va a la cama... todos menos Marie, que se queda cuidando a su adorado y herido Cascanueces y por ello será testigo, al dar la medianoche, de la cruenta batalla que tiene lugar entre todos los juguetes de la vitrina, que cobran vida y son comandados por Cascanueces, y un ejército de ratones liderado a su vez por el rey Ratón, un horroroso ejemplar de siete cabezas cuyo objetivo es matar al Cascanueces. Desde este momento Marie vivirá aventuras que jamás imaginó al lado de este muñeco vestido de húsar al que comienza a profesar un cariño tierno y auténtico.

Y es que sí, más allá de la batalla entre los muñecos y los ratones, hay más aventuras en esta historia, que lo mismo nos llevan a conocer la verdadera historia del Cascanueces que a visitar un mundo en el que el Prado de Caramelo, el Bosque de Navidad o Bombonilandia conducen hacia la maravillosa Ciudad del Confite, en la que el apuesto Cascanueces ocupa un lugar social preeminente. Por cierto, ¿sabéis cómo se accede a estos maravillosos lugares de fantasía? A través de un armario... supongo que, como cualquier otro autor, C.S. Lewis también tuvo sus referentes para idear sus aventuras en Narnia :)

El cuento tiene en todo momento un pie en la realidad y otro pie en la fantasía, y el autor se mueve entre los dos mundos como si fuesen uno solo y la realidad fuese fantástica y la fantasía fuese real, aunque la única con una sensibilidad especial para percibir ese otro mundo lleno de maravillas es Marie... y quizás el padrino Drosselmeier, aunque sobre esto no puedo ni debo decir mucho más :) Hoffmann escribió este cuento para una Marie y un Fritz reales, hijos de un amigo suyo, y por eso está narrado dirigiéndose a ellos por sus nombres, emanando ese aroma a reunión familiar navideña en la que un adulto narra un cuento a varios niños que, sentados en el suelo a sus pies, escuchan boquiabiertos una historia en la que ellos son los protagonistas y viven aventuras fascinantes, asisten a batallas protagonizadas por soldaditos de plomo y viajan al País de las Muñecas paseando entre flores de caramelo.

Por ello también queda muy claro que en esta historia prevalecen la fantasía, la imaginación y la inocencia romántica de esa edad en la que todavía se es niño pero ya se pueden tener sentimientos poéticos, sobre la rutina, la sensatez y la realidad en la que acabamos ahogados los adultos. Marie es una niña especial que puede ver más allá del mundo que le rodea y que es capaz de retirar el velo que separa ese mundo del otro, ese que esconde tantas historias y lugares maravillosos que visitar y admirar... ese que nos aleja de la cotidianidad y nos envuelve de lirismo, belleza y sensaciones... ese mundo lleno de tantas y tantas prodigiosas posibilidades.

En Cascanueces y el Rey Ratón me he encontrado un cuento con más aristas de las que esperaba, e incluso con algunas ideas o pasajes que me parecen demasiado complicados de entender en toda su extensión y esencia por un lector infantil. No iba muy desencaminada en estos pensamientos porque curiosamente, leyendo el posfacio que incluye la edición (a cargo de Isabel Hernández, la traductora de la obra), se comenta que muchos lectores han considerado desde su publicación que este cuento es más adulto que infantil por las temáticas que aborda y el modo en que lo hace. Hoffmann siempre lo negó, decía que no había que subestimar a los niños... y estoy totalmente de acuerdo (de hecho siempre digo que una lectura infantil-juvenil jamás debe ser condescendiente con el lector potencial al que va dirigida), pero este cuento, como tantos otros, creo que se comprende mucho mejor (o se asimila su contenido mucho mejor, por decirlo de otra manera) cuando se lee en la edad adulta que si se hace siendo un niño-adolescente, por mucho que se empeñase Hoffmann en decir lo contrario.

No quiero extenderme mucho más, que en estas fechas se anda más en turrones que en reseñas. Solo un apunte sobre la edición, que es de un bonito y un buen gusto que saltan a la vista. Simplemente preciosa y muy cuidada, como es habitual en esta editorial. Además incluye el posfacio ya nombrado de la traductora en el que nos da a conocer al autor, su peculiar vida y las características que forman parte de su obra, así que no solo es bonita en continente sino que en contenido va un poco más allá de incluir solo el cuento (que ya de por sí merece muchísimo la pena descubrir). Para los regalos de Papá Noel ya no llegáis a tiempo, pero si para Reyes tenéis pensado regalar un libro muy navideño en cuanto a historia y muy bonito en cuanto a edición, con Cascanueces y el Rey Ratón triunfáis. Palabra de apasionada de las historias navideñas en ediciones bonitas :)
Enlace: http://inquilinasnetherfield..

En mi afán por impregnarme de lecturas navideñas me decidí por conocer la historia del Cascanueces. Podríamos pensar que un relato tantas veces versionada: en libros, en películas, con figuritas del cascanueces por todas partes, incluso un ballet de los más populares del mundo (del increíble Chaikovski), algo debía de tener para que todo eso hubiera sucedido. Un clásico que había llegado a nuestro tiempo no me podía fallar; pues lo ha hecho. Una aventura plagada de fantasías que me atrajo desde el principio pero que no me terminó de convencer en su desarrollo.

“El cascanueces y el rey de los ratones es un cuento escrito por Ernst Theodor Amadeus Hoffmann en 1816. La historia trata sobre el nuevo juguete de la joven Marie Stahlbaum, el Cascanueces, recibido la noche de Navidad que cobra vida y, después de derrotar al Rey Ratón tras una dura batalla, la lleva a un reino mágico poblado por muñecos.” 
 
La historia comienza de un modo prometedor, nos presenta a los personajes y la ansiada entrega de regalos para Mary y su hermano; esperan maravillosas sorpresas. El padrino de los hermanos es un ser enigmático, quien les traerá un juguete fuera de lo común como lleva haciendo durante varios años. Estas Navidades le ha tocado a un pequeño Cascanueces del que Mary se siente atraída nada más verlo. Siente ternura hacia él y el deseo de protegerlo. Es en este momento cuando el relato se me empieza a atascar. El padrino Drosselmeier es un ser extraño, al principio no se sabe si es enano, raro o imaginaciones de Mary. Las descripciones son innecesarias en algunos casos y no me terminaban de encajar algunos de los acontecimientos. 
 
Otro aspecto llamativo es la cantidad de giros y cambios de argumento que el autor lleva a cabo en un relato tan pequeño. Primero es ese embeleso de la niña hacia el cascanueces, después una batalla, seguida de una historia narrada por el padrino para terminar por un viaje de lo más extraño al que no le encuentro mucho sentido. También tenemos ese final…, bueno ese lo tendréis que descubrir vosotros si deseáis perder unas horas de vuestro tiempo.

El ejemplar que yo he leído esta ilustrado por Maite Gurrutxaga. La primera con la que te encuentras, la de la portada, te anima a seguir descubriendo el resto pero pronto ya me dieron igual. No me parecen especialmente bonitas aunque me ha parecido curioso que a los personajes los haya retratado tan pequeños respecto al árbol de modo que parecieran también ellos juguetes.

En esta edición, al final del libro, nos relata la biografía del autor de una manera bastante extensa. Para aquellos que les guste descubrir detalles sobre su vida puede ser interesante. A mi me resultó demasiado exhaustiva.

Este relato tiene 128 páginas, no debería haber tardado en leerla mas que un rato; tardé unos cuantos días. Se me hizo cuesta arriba desde la primera hoja, bueno tal vez la décima. Puedo decir que es original e imaginativo y me ha gustado descubrir la historia que se esconde detrás de esa figura —bastante fea— que últimamente vemos en muchos lugares en estas fechas: El Cascanueces. Pero ahí queda mi interés hacia este libro. He estado a punto de dejarlo en varias ocasiones pero al ser tan cortito me decía: venga un poquito más. Lo he terminado sí, pero no es un libro que yo recomendaría. No comparto ni entiendo su trascendencia. Fin.
Enlace: http://nosololeo.blogspot.co..

Este clásico nos cuenta la historia de Marie Stahbaum que tiene un hermano que siempre está molestando y unos padres que no entienden la imaginación de la niña. Pero un día, recibe un regalo especial, un cascanueces que, una noche, cobra vida para defender a todos los muñecos de Marie del Rey Ratón.⁣
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Con esto, nos adentramos en una historia que, aunque a priori parece infantil, es para los adultos pues tiene unas escenas un tanto macabras que me han fascinado. Te aporta un contraste sorprendente entre la dulzura de la Navidad y de Marie con el mundo de las sombras de los ratones y El Rey Ratón.⁣
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A lo largo de las páginas, se mezclará la historia presente de la familia, con la del pasado de El cascanueces y todo lo que vivió antaño. Una mezcla de espíritu navideño, moraleja, crudeza, egoísmo y venganza que queda ilustrado con unas escenas que te harán imaginar todo este mundo tan lleno de contrastes.⁣
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Me ha encantado la historia real, pues solo conocía la dulce película, y dista mucho de ser igual. Un clásico que se lee fácil, que si bien pueden leerla los niños, disfrutarán más aún los adultos con ella. ⁣
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¡No os podéis perder esta versión ilustrada de El cascanueces!⁣

Tenía en mi pendiente uno de los libros navideños más famosos: Cascanueces y el rey ratón, de E.T.A Hoffmann. Capricho de edición con ilustraciones de Maite Gurrutxaga, suaves y poéticas que acompañan el texto de forma perfecta.

Escrito por Hoffmann como regalo de Navidad para Marie y Fritz, hijos de un buen amigo, Cascanueces es un clásico con razón. Una historia fantástica, llena de belleza, poesía y repleta de aventura. Una batalla entre el bien y el mal, una reivindicación de la belleza interior, una apuesta por la generosidad, el valor y la fe en nosotros mismos. Una cuento navideño para cualquier tiempo, donde la historia de amor entre la pequeña Marie y su Cascanueces conmueve y durante su lectura (y más allá) te mantiene en paz y sonriendo, pero sin dejar de apremiar a Cascanueces en la lucha contra el malvado rey ratón.

Un cuento, sí, pero para niños y para adultos. le dijeron a Hoffmann que Cascanueces era demasiado complejo en su universo y sus planteamientos, en sus emociones, para que fuera un libro para niños, mejor sólo para adultos. Hoffmann lo negó, defendiendo en los niños una capacidad de comprensión de la dualidad del mundo mucho más elevada que la de los adultos. Y sobre todo escribió su Cascanueces haciendo de los niños custodios de la poesía frente al mundo racional de los adultos.

RECOMENDADO:
El hombre de arena de E.T.A. Hoffmann (1770-1843)

Cuento –Literatura alemana-

Escritor, pintor y músico, divulgador de las composiciones de J.S. Bach, W.A. Mozart y L. van Beethoven, fue uno de los más influyentes en el ámbito intelectual y artístico de Europa. Ejerció como funcionario judicial pero, tras varias dificultades económicas, vio un medio lucrativo en las letras. Empezó a explotar la escritura, destacándose dentro del Romanticismo y el Gótico alemán, con una elegancia inspiradora durante más de una década, en la que convertiría a sus personajes en seres inolvidables. Sin embargo, a sus 46 años de edad, frecuentando la bebida, se marchitó su imaginación delirante, dejando un legado de fantasías trágicas, extravagantes y misteriosas, que reflejaban la desgracia que acaece sobre la realidad cada vez más grotesca y vulgar en la cotidianidad aristócrata, satirizando el absurdo de su época. Posteriormente se extendió en la literatura universal, influyendo en autores como N. Hawthorne, H.P. Lovecraft, G. Flaubert, E.A. Poe, N. Gógol, incluso en F. Kafka F. Dostoievski, C. Baudelaire y F. Nietzsche.

Este libro recoge 13 historias características de sus cuentos lúgubres o Nocturnos, en los que la locura desmesurada se esparce como un germen del infierno, que invoca fantasmas, sombras y sueños estremecedores en la vida de sujetos que han aparentado cordura y escepticismo. Se trata de visiones del mundo interior que atormentaba a Hoffmann, respecto a las ideas del crimen que se representan con amargura para quien pretende huir del desenfreno filosófico y los perfiles de una naturaleza que anuncia el peligro en medio de una paradoja existencial. La maldad se expone superficialmente, ocultando una sociedad paradigmática y autodestructiva, capaz de despreciar al incomprendido, asediado por la desdich, sojuzgado hasta ser aislado, pese a su dolor y miedo, mientras los demás ríen horrorizados ante lo inexplicable.


@Juliiann0


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