Las naves de la locura

Estoy enamorada de absolutamente todos y cada uno de estos complejos personajes, incluso aquellos que debería odiar.

Adoro a Althea con todo mi corazón, a pesar de lo testaruda que es, y quiero que todo le salga bien aunque sepa que es imposible. Y al pobre Wintrow, que atraviesa tantas cosas terribles e intenta mantener su voluntad firme, pero no sé hasta cuando podrá aferrarse a su fe en Sa.

Malta es insufrible, pero hacia el final del libro vemos cómo evoluciona y crece un montón, y creo que ya siendo más madura puede convertirse en uno de mis personajes favoritos.

Ámbar y sus misterios me fascinan, quiero saber más de ella.

Brashen, a pesar de su porte duro y rudo, es un amor, está encandilado por Althea y no sabe cómo demostrárselo. La tensión entre esos dos me está matando, este sí que es un romance lento jajajaj.

Además, si bien debería decir que odio a Kennit porque es un maldito manipulador, me encanta leer desde su perspectiva y hasta siento que lo comprendo.

Oh, y no me puedo olvidar de los barcos. Vivacia está en un proceso de cambio y crecimiento, y bajo la influencia de Kennit nada bueno puede salir. Por otra parte, Dechado es de mis personajes favoritos, puesto que por más graciosos que sean sus berrinches, esconden puro dolor, y sabemos que ha sufrido muchísimo.

En general, en este segundo libro la trama avanza a un ritmo mucho más rápido que en el primero, pero seguimos tantas historias distintas que resulta difícil absorberlo todo y yo prefiero leer los libros de Robin Hobb con calma.

Mi otra parte favorita de esta saga es el mundo que construye la autora, que crece más y más. Me encantan los Territorios Pluviales, con su aura de misterio y su magia, detesto la cultura machista del Mitonar pero adoro la rectitud y la fiereza de sus habitantes, y cada vez que aparecen las serpientes marinas estoy enganchada a cada palabra, queriendo descubrir más sobre ellas y su conexión con las naos redivivas y los dragones. Además, cada vez que veo algo relacionado a los Seis Ducados me emociono, y no puedo esperar a que las historias se entrecrucen de alguna manera, porque sospecho que lo harán.

En conclusión, Las naves de la locura es una excelente secuela, que profundiza tanto en el mundo como en los personajes y los conflictos presentados en el primer libro, y que me sigue dejando fascinada por esta épica historia, queriendo más y más.

Genial continuación de la saga Las Leyes del Mar. Después de leer la Trilogía del Vatídico, me recomendaron seguir con esta trilogía de Hobb. Y tengo qie decir que una trilogía basada principalmente en el tema maritimo5no me convencía en absoluto Me alegro de haberle dado una oportunidad, porque devoro las páginas y me encanta la historia.

La trama se va desarrollanfo como suele ser habitual en Hobb: de forma lenta pero fluida, sin necesidad de crear momentos épicos en cada capítulo.

Los personajes crecen y evolucionan poco a poco (Wintrow, Malta, etc.), al compás de la historia que se va desarrollando. Otros, a pesar de saberlos implacables (Kennit) Hobb los presenta de una manera en que es difícil no tenerles simpatía. Y además, se desvela parte del misterio de las serpientes y el tronconjuro.

Empiezo hoy mismo la tercera parte, con ganas de ver cómo acaban todas las tramas aue hay abiertas.