Mentiras consentidas

Para no variar, Sebastian Bergman la lió parda en la entrega anterior y ha sido apartado de la Unidad de Homicidios liderada por Torkell. Vanja tampoco pertenece ya a ella. No obstante, por determinadas circunstancias, todo el equipo va a reunirse de nuevo. En este caso en Uppsala. El objetivo: dar caza a un violador en serie.

El clima que se vive en la Unidad no es el mejor. Además de la enemistad entre Bergman y Vanja, Billy no pasa por su mejor momento. Pero tendrán que dejar de lado todos sus problemas para centrarse en la investigación del caso. Un caso cada vez más complicado pues el violador pasa a convertirse en asesino. ¿Hay algo que una a las víctimas o han sido elegidas al azar? Nuestros protagonistas no tienen por donde tirar y la investigación va a ser de las más difíciles con las que se han encontrado.

Me preguntaban el otro día en Instagram si podía leerse este libro sin haber leído los anteriores de la serie. Os digo lo mismo que le respondí a quien me preguntó: poder se puede pero no lo aconsejo en absoluto. El caso policial empieza y termina en cada novela: éste que hoy investigan nuestros personajes no tiene nada que ver con el de la entrega anterior ni tendrá nada que ver con el de la posterior (que ojalá se publique pronto). Pero en esta serie los personajes son tremendamente importantes. Tienen mucho detrás: relaciones entre ellos, vivencias, que deben conocerse para disfrutar verdaderamente de esta novela. Si no las conocéis, podréis leerla sin perderos y casi seguro que os gustará mucho. Pero si habéis leído las cinco novelas anteriores, os gustará mucho más

Los personajes, como digo, son importantísimos en esta serie. Los conocemos de antiguo y son ya un poco nuestros. En esta novela las relaciones entre ellos van a evolucionar. La situación entre Bergman y Vanja está que arde y nos va a tener en vilo (reconozco que hasta me da un poquito –muy poco- de pena Bergman). Billy está al rojo vivo (y no cuento más). Los que más tranquilitos se encuentran en esta entrega son Ursula y Torkell, de lo que me alegro mucho pues se lo merecen. Ha sido un auténtico placer reencontrarme con todos ellos. Me gustan muchísimo y me dará mucha pena el día que los autores den por finalizada la serie.

La trama me ha gustado un montón. No es la mejor novela de la serie (en mi opinión, lo son la segunda y la quinta –justo en las dos que aparecen asesinos en serie) pero me ha gustado mucho. Para no variar, está muy bien estructurada y desarrollada y el final me ha sorprendido (no lo ví venir hasta que casi ocurrió)

Por lo demás, como siempre: narración muy ágil, tensión narrativa constante, diferentes sorpresas…; en resumen: una novela hecha para el disfrute.

Conclusión final

Una vez más, estos dos autores me han convencido. He disfrutado muchísimo con esta entrega y es de agradecer que no bajen el nivel después de tantas páginas escritas. Deseando leer la séptima


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