Templarios: Del origen de las cruzadas al final de la orden del Temple

"No a nosotros señor, no a nosotros. Sino a tu nombre sea dada la gloria"

Bajo este lema se esconde quizá la fuerza militar con más firmes convicciones de toda la historia. La más asombrosa, la más fascinante y la más injustamente tratada.

Desde el iniciático Hugo de Payens al achicharrado Jacques de Molay van dos siglos de luces y sombras que este libro producido por el canal historia, recorre de forma breve, pero escrupulosa.

200 años donde ni los más optimistas presagiaron que esta orden militar sometida a la estricta regla de San Benito se convirtiera en el banco de Europa.
Hazaña que les llevo a la hoguera gracias a un hermoso rey francés, un secretario que exudaba inteligencia, codicia y maldad a partes iguales y un papa, como tantos otros, corrupto y pusilánime.

Es una leyenda que el texto siga un orden cronológico estricto, muy al contrario, avanza o retrocede según la temática que va abordando, aunque no por ello sea desordenada.

Como leyenda es el santo grial, que el libro aborda como toca, sin posicionarse en teorías fantasiosas ni resolvernos que es, y donde se encuentra.

De la versión de Dan Brown y su María Magdalena a la de José Luis Corral me quedo con el aragonés, pues aunque este ensayo no lo cuenta, la copa se encuentra en una mezquita reconvertida en catedral, tan fea por fuera, como hermosa por dentro.
La catedral de mi amada Valencia.

No pertenece a leyendas de nocturnas hogueras la conquista de Tierra Santa como tampoco su expulsión en el desastre Acre, un asedio sin gloria cristiana pero lleno de épica.

La obra está dirigida a aquel lector que quiera tener una primera aproximación a esta formidable orden.
No se trata de un estudio minucioso, pero no se deja una coma de todos los acontecimientos importantes y sus entornos sociales, culturales y políticos, narrados de forma clara, didáctica y precisa.

Tampoco escapa a la regla de San Benito, es decir, el conjunto de normas que regían la vida diaria de estos valerosos, curtidos, leales y fanáticos religiosos.
Desde su alimentación, vestuario, horas de rezo, adiestramiento o dispensas a su total entrega al dios de la católica iglesia.

Hombres que deben despojarse de cualquier posesión u objeto. Guerreros que renuncian al sexo ( aunque ayuda que no puedan lavarse más que una vez al semestre) y grandes custodios de su fe, y de las grandes riquezas feudales.

La misión de este ensayo, por tanto, se cumple. Su lenguaje es accesible y su narrativa, entretenida.

En los apendices encontraremos una extensa lista de fortalezas templarias que aún siguen en pie y son visitables. No dudéis en buscar imágenes en Internet y al verlas pensad que tras sus muros habitaron seres tan fanáticos como extraordinarios.

Perfecto si te interesa la historia del Temple