La librería de los corazones solitarios

La librería de los corazones solitarios es de esas novelas que nada más ver la portada sabes que lo que vas a encontrar dentro es muy especial. Una lectura que tenía muchas ganas de empezar, y que me ha durado sólo 4 ratos.
El autor Robert Hillman nos cuenta dos historias, que por más diferentes que puedan ser los personajes, vemos cómo el destino les tiene preparados una historia juntos.
Por un lado tenemos a Tom, a quien cogemos cariño nada más empezar la novela. Tom es granjero, está casado y dedica su vida a ordeñar las vacas, cuidar de las ovejas y los pastos, y a su mujer. Aunque esto último según parece no lo hace muy bien ya que su mujer lo abandona en dos ocasiones. En una de ellas se lleva al pequeño Peter, que para Tom era su vida.
Por otro lado tenemos a Hannah. Con un pasado que no quiere recordar, que no quiere revivir, en Auschwitz, y con una promesa que va a condicionar parte de su vida en el futuro. Hannah es toda una superviviente, una heroína, que llega al pueblo a montar una librería, para dar un giro completo a su vida.
Vivimos la historia desde ambas partes. Poco a poco Hannah nos detalla por todo lo que ha tenido que pasar. Lo duro que ha sido acabar en Auschwitz, las cámaras de gas, los fusilamientos y el no saber qué ha pasado con tu familia. Estas partes son especialmente duras, y el autor ha sabido transmitir muy bien los sentimientos de angustia que se vivieron en su momento. Desde que se empezó a perseguir a los judíos, hasta el tren y como no, en Auschwitz. Algo terrible, y que cada día entiendo menos.
De igual manera, toda la vida posterior a Auschwitz, no deja de ser también especialmente dura, sobre todo por las situaciones que tuvo que pasar Hannah para regresar, huyendo constantemente.
La vida de Tom tampoco es fácil, y la parte de su exmujer y el pequeño Peter en el campamento de Jesucristo pone los pelos de punta. Pensar que algo así, y alguien como el pastor pueden existir, es un horror.
La unión de Tom y Hannah, a pesar de las excentricidades de ella, creo que no podría haber sido más perfecta.
El símbolo que durante toda la novela encontramos en la librería, y ese final, no podría haber sido más idóneo. Me he emocionado y me ha gustado mucho. Uno de esos finales que te dejan con una sonrisa en la boca.
La escritura de Robert Hillman es sencilla pero muy completa. Nos hace reflexionar y nos emociona en más de una ocasión. Es de esas prosas que gusta leer, que no cansan y que te deja con ganas de más. Nos demuestra que por muchos horrores que haya en la vida, en el mundo, no todo está perdido, y al final el amor, la esperanza y la familia, perduran en el tiempo.
Sin duda esta novela es imprescindible de leer.