Tigres de cristal

Impresionante!! Es un escritor que me gusta, pero este libro lo iba dejando, ya que no me atraía el libro ... hasta que lo he leído en una lectura conjunta. Ojalá lo hubiera leído antes.
Es un libro duro, que trata un tema de plena actualidad aunque ha existido siempre, el acoso escolar (bullying). Este acoso ha ido cambiando con las épocas. Esto nos lo muestra el autor en dos tramas temporales, pero compartiendo parte de los protagonistas.
Por una parte, nos encontramos en los años 70, en una ciudad dormitorio de Barcelona habitada por las familias emigrantes procedentes de Extremadura, Galicia, Andalucía... y que en aquellos años era una zona marginal. Vamos conociendo a los protagonistas y sus familias. Víctor, cuyo padre era un líder obrero y su madre había cursado estudios, que vivía bien y era respetado por sus compañeros. Juanpe (el Moco), con un padre maltratador y una madre enferma y alcohólica, acostumbrado a recibir palizas en casa y víctima ideal de los acosadores en el instituto. Joaquín (el Cromagnon), un fracasado escolar, repetidor dos veces, que disfrutaba maltratando brutalmente a sus compañeros, sobre todo a Juanpe.
En la trama alterna, en la actualidad, tenemos a Víctor, triunfador, yerno de un empresario gallego y responsable de la reconstrucción de un hotel en Barcelona. Por casualidad, se re-encuentra con Juanpe, que ha estado en la cárcel y malvive haciendo recados para un mafioso; y, al volver a visitar el barrio en el que creció, conoce a Miriam, la hermana pequeña de Joaquín.
Volvemos a ver el acoso escolar, pero en la actualidad mediante las redes sociales, en lugar de agresiones físicas; siendo la víctima Alena, una compañera de clase de Iago, el hijo de Miriam.
Me he encontrado con unos personajes muy potentes, muy desarrollados, muy coherentes con su evolución durante estos casi 40 años. Una trama adictiva, que en ocasiones me daba ganas de saltarme capítulos para continuar alguna situación.
Como comentario adicional, decir que me críe en Barcelona, en esa misma época, aunque en un barrio de clase media. Recuerdo perfectamente las referencias a situaciones de la época (el paso de televisión en blanco y negro al color, las series, las colecciones de cromos...) y también que ese era un barrio marginal y peligroso, sobre todo en la época en que empezó el consumo de drogas.

Barcelona. 2015. Victor Yagüe, un empresario inmobiliario asentado en La Coruña, que está a punto de inagurar un nuevo hotel en Barcelona, jamás podía imaginar que en una entrevista de trabajo su pasado volvería de repente para poner patas arriba su apacible vida. Allí se encontrará con Juanpe, un antiguo compañero de clase al que le perdió la pista hace más de treinta años. Y aunque desde entonces ambos han corrido diferente suerte, un trágico suceso del pasado unirá irremediablemente sus vidas para siempre: una noche de diciembre de 1978, cuando tan solo contaban con doce años, mataron a un compañero de clases, Joaquín Vázquez, el Cromañón.

Ciudad Satélite, un enclave urbanístico cercano a Cornellá de Llobregat, y que sirvió a partir de los años setenta para el asentamiento de miles de familias de clase trabajadora que buscaban un futuro mejor para los suyos, será el escenario elegido por el autor para ambientar una novela que se desdobla en dos hilos temporales: el primero, narrado en primera persona por alguien en principio desconocido para nosotros, transcurre en los años setenta y nos llevará a conocer lo ocurrido entre esos niños y por qué se separaron a raíz de la muerte de “El cromañón”, un compañero de clase que tenía atemorizado a Juanpe, y al que animado por Víctor, decidieron dar un escarmiento que acabó yéndose de las manos. El segundo nos traslada hasta 2015 y correrá a cargo de un narrador omnisciente. Más de treinta años después volveremos a Ciudad Satélite para conocer a Alena, una adolescente polaca recién instalada en el barrio. Muchas cosas han cambiado a peor en ese barrio: sobre todo en las aulas, en las que ciertos alumnos parecen seguir empeñados en hacer de la vida de otros compañeros un auténtico infierno por mero capricho. El uso de las nuevas tecnologías se los va a poner en bandeja.

Tigres de cristal es una historia durísima y a la vez tan interesante que mantiene al lector rendido ante sus páginas desde su inicio. La forma de infligir dolor entre los menores ha mutado a lo largo de los años, y las redes sociales se han convertido en el caldo de cultivo perfecto para atormentar a otros sin rastro de huellas físicas, pero que deja otras tan o más demoledoras que las anteriores. En torno al acoso escolar que es la columna vertebral de la novela, se vertebran una serie de subtramas tan o más interesantes que esta: familias rotas, maldad, apaños...

El sufrimiento de los menores ante este tipo de situaciones, la culpa, el perdón y la venganza se darán la mano en una novela en la que destaca no solo por la magnífica ambientación que logra sino por la veracidad de que reviste a sus personajes. Personajes con vidas complejas, llenas de secretos y aristas, con sus propios demonios y que en algún momento tendrán que ajustar cuentas con su pasado. Víctor Yagüe y Juan Pedro Zamora en el pasado son la cara y la cruz de una moneda con la que el autor refleja lo incierto del destino de cada persona aun teniendo un pasado común. Alena y su familia, en el presente, serán testigos de cómo se repite la historia.

Tigres de cristal es una magnífica historia. Una novela, desde mi punto de vista, redonda donde acoso, culpa, expiación y mucho más se suceden a lo largo de una lectura llena de intriga que atrapa desde las primeras páginas y ante la que el lector cae rendido. Todo ello en el seno de un barrio que se convierte en un fresco de una época y unas familias. Se podía haber contado de muchas formas, Toni Hill lo ha bordado.
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El tema principal que se trata en la novela es el bullying tanto el que sufrieron los niños protagonistas en 1978, Juanpe y Víctor, como el que sufre en 2018 la pobre Alana. Un tema que, desgraciadamente, no pasa de moda pero al que quizá no se le de la importancia que se merece.

La historia de ambas épocas es tan verosímil, tan dolorosamente verosímil, que en más de una ocasión me encontré aguantando la respiración porque los casos de bullying están presentados de tal manera que es como si los estuvieses viviendo y no pudieras hacer nada para remediarlo. Realmente, Toni Hill consigue que te metas en la piel de los personajes.


Creo que es tanto lo que he disfrutado con esta novela que no he sido capaz de plasmarlo hoy en la reseña y que la mejor forma de demostraros cuánto me ha gustado es recomendaros sin demora que la leáis y que disfrutéis vosotros mismos de las historias que encierra entre sus páginas.
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Buen libro. Entretenido.
Primer libro que leo del autor.

Lo primero que quiero comentar es que lo que te encuentras en el libro no se corresponde con las expectativas que tenía. La editorial nos lo ha vendido como "una absorbente historia de suspense psicológico. Con una trama intensa y llena de secretos...". Más que como thriller, casi lo calificaría de novela narrativa. Para mi gusto le falta intensidad para calificarlo de thriller psicológico o incluso de novela negra, en su vertiente de crítica social.

Aún así resulta libro entretenido de leer, una historia bien contada, con una prosa amena, capítulos cortos, varias voces - incluida la voz de un narrador, que pretende dar ciertos toques autobiográficos- que se vuelve más interesante si te paras a pensar y reflexionar en como era la vida del barrio en los años 70 y la actualidad: el ocio, la escuela, el acoso, el maltrato, la inmigración, las diferencias sociales, la lucha obrera, los negocios del barrio, ...

El autor ha sabido jugar con una historia cercana, llena de recuerdos, bien sean vividos en primera persona o por alguien muy cercano a nuestro entorno.

Algún detalle ha resultado un poco forzado y el final, ... ¡¡cuan distinto podría haber sido!!


Valoración: 7,25
Lectura: jun/18

Vi la reseña de este libro por ahi; y decidi darle una oportunidad. Me ha encantado.
La historia esta ambientada en 2016, con inicios de partes, narradas desde 1978. El narrador de esos inicios, cuenta la historia de un asesinato ocurrido años atras. Por otro lado, nos adentramos en el presente con 6 personajes: Juanpe, Miriam, Victor, Alena, Iago y Lara. 3 de estos personajes, involucrados en la historia de 1978; y los otros 3, en la historia actual. Ademas, hay un prologo, contado por el padre del niño asesinado, Joaquin Vasquez.
El tema central de esta historia es el bullying, y sus consecuencias, si bien las razones y formas en que lo vive cada victima de el es distinta, algo logico por la epoca. Era dificil no sentir compasion por quienes lo sufrieron, e ira por quienes se los causaron, incluso, dandote algo de fresco su final.
He de decir que las motivaciones de uno de los agresores, le falto mas construccion, una motivacion mas fuerte. Y el final del libro, debio construirse un poco mejor. Pero de resto, todo esta bien, sobretodo ese giro del final, que muestra un hecho constante del libro: el silencio, manifestado en cerrar los ojos frente a la realidad, o callar por creer que los adultos no deben de involucrarse para no verse como niñitos.
Este libro, tiene para mi, muchas similitudes con Rio Mistico.
Recomendado con creces.

Tigres de cristal es una obra que es algo complicado de calificar en cuanto al género. Podríamos decir que es una novela de suspense psicológico o de misterio en torno al asesinato de un niño, pero también es una novela con una fuerte tendencia costumbrista, como ya veremos más tarde. Su autor describe a la perfección cómo era el barrio de Cornellà (La Ciudad Satélite) en los años 70, en ese proceso de fin del franquismo e inicios de la democracia, el cual tuvo una gran oleada de los emigrantes que llegaron a Cataluña por esos años. Hill le da un gran protagonismo a la ciudad, y se nota en sus descripciones.

La lectura es muy ligera y te va atrapando sin que te des cuenta, pues Hill emplea una narrativa magistral, a pesar de que es la primera novela que leo de él.

Los personajes de esta novela están muy bien descritos y que evolucionan a lo largo de la historia. No hay uno o dos únicos protagonistas, sino que a lo largo de la lectura van saliendo más, cada uno con unas cualidades que nos va hacer que, en ocasiones, empaticemos con ellos. A raíz de estos se trata mucho el tema de la vida de los niños en ambas épocas, pues hay dos saltos temporales donde los errores se van repitiendo. El acoso escolar es uno de los temas que toca, donde vemos que mientras en los 70 era un acoso más físico, en nuestra época, llamado bullying, es un acoso ya psicológico y no tanto físico (que yo diría que es mucho peor).

Sinceramente es la primera novela que leo de este autor y a mí me ha impresionado. Me ha impresionado por su narrativa, por sus descripciones, por cómo te va metiendo en la época (pese a que no es la mía), en la trama y en la obra y la vas viviendo. Es una novela con una fuerte carga de emotividad que te embarga a veces, es una oda también a la amistad que prevalece en el tiempo. Leedlo, porque el final os va a sorprender tanto como a mí me ha sorprendido.
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La novela comienza de una forma espectacular, con un prólogo en el que a través de los recuerdos fugaces de la mente de un anciano que padece alzheimer somos testigos del hallazgo del cuerpo sin vida de su hijo hace casi cuarenta años.



Corre el año 1978, España se abre a un período de libertad y democracia después de varias décadas de dictadura, y nuestros protagonistas, Juanpe Zamora y Víctor Yagüe, son dos niños, amigos por accidente pero inseparables, que van a la misma clase en el barrio de Ciudad Satélite en Cornellá. Barrio obrero, de bloques de pisos casi soviéticos, donde conviven las familias de los emigrantes de otras zonas de España que acudían a Cataluña en busca de un futuro mejor.



Víctor es un niño popular sin darse cuenta de ello, que encandila a sus compañeros y que dejó a todos asombrados con su amistad con Juanpe. Sus padres son admirados por toda la vecindad y vive en un hogar estable y normal.


Juanpe, apodado "el Moco", es un niño enclenque, con problemas familiares y objeto de las burlas de sus compañeros, pero en especial es el principal objetivo de "el Cromañón", un niño algunos años mayor que él y que disfruta acosando y golpeando a Juanpe cada vez que tiene oportunidad. Joaquin Vázquez es su nombre y aparentemente es la vícitima de esta historia, ya que ambos amigos hartos del abuso reiterado y descartando el poner en conocimiento de algún adulto esta situación, ya que en aquella época era impensable, deciden tomarse la justicia por su mano y dar un escarmiento al abusón. Es en ese momento en el que se procude el fatídico hecho que marcará sus vidas para siempre.


Es 2016 y la vida de nuestros protagonistas se vuelven a cruzar después de tantos años. Víctor es un hombre triunfador, casado y con una hija, pero que de vez en cuando busca la felicidad en otros brazos sin abandonar a su mujer ni la posición que su matrimonio le ha otorgado. Juanpe, después de su paso por el reformatorio y la cárcel, continúa una vida predestinada al fracaso y marcada por aquéllos años y aquel suceso. No frecuente buenas compañías y en su vida ha tenido que verse involucrado en negocios turbios para poder sobrevivir.



Además de ser testigos del reencuentro de estos dos amigos de la infancia, conocemos a Miriam, hermana pequeña de Joaquín Vázquez, que es dueña de una peluquería en el barrio en el mismo local en el que sus padres regentaban la única papelería que en aquellos años había en el barrio; a su hijo adolescente, Iago, a la amiga y compañera de clase de éste Alena y a algunos compañeros más que completarán el conjunto necesario para el desarrollo de la historia.


De nuevo en la actualidad somos testigos de un caso de acoso, ahora llamado bullying, que en estos años utiliza medios más modernos para desarrollarse, pero que igualmente hace la vida imposible a quien lo padece. Con este paralelismo, vemos cómo la vida de Alena, hija de inmigrantes, los nuevos habitantes del antiguo barrio, se convierte en un suplicio y al igual como ocurrió en 1978, todo ello desemboca en un trágico final


El acoso escolar, los malos tratos, el abuso, la incompresión, la hipocresía, los remordimientos, la locura, la corrupción y sobre todo los secretos son los temas que se tratan en esta historia. Todos ellos se van mezclando para dar como resultado esta magnífica novela que consigue tenernos atrapados de principio a fin y donde el giro final te deja sin palabras y con una gran sensación de impotencia ante tanta injusticia.



Un libro que gustará a todo mundo que se adentre entre sus páginas y que, según mi opinión, ayudará a crear nuevos amantes de la lectura.


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Toni Hill nos cuenta una historia que nace a finales de los 70 en un barrio de Cornellà y que nos muestra como un hecho terrible ha afectado a dos niños y a todos los que les rodean.
Tigres de Cristal habla del acoso escolar, de las relaciones familiares y como los hechos del pasado afectan al presente.
El asesinato de un niño sirve para describir los años de la transición de una manera brillante.

A través de los actos y pensamientos de los protagonistas, conocemos lo que esconde la muerte de un chaval de 14 años a finales de los 70 en un barrio obrero de Barcelona. Los flashbacks desde el presente hasta los años de la niñez de nuestros protagonistas son los que nos ponen en contexto, pero las investigaciones desde el presente nos cuentan lo que pasó aquella noche de diciembre.

Creo que en la historia ha fallado el planteamiento porque prácticamente desde el principio sabes quienes son los culpables de la muerte, los motivos que les llevaron a ello y cómo fue. al final lo que me tenía enganchada al libro eran las historias secundarias como la de Alena.

Al principio parece que pasan muchas cosas casi sin descanso para que las asimiles, sin embargo, este ritmo es insostenible durante más de 400 páginas y como es lógico se rebaja y acaba por hacerse un poco pesado. A pesar de esto, al intercalar distintas historias, no resulta tan lento como podría resultar si se centrara en una sola historia.

La verdad es que aunque me ha gustado, no he terminado de encontrarle ese punto que lo haga genial. No es un libro que tengáis que poner el siguiente en vuestra lista de lecturas pendientes, pero si tenéis que apuntarlo.
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Ha sido una lectura tan completa y tan intensa que todavía no soy capaz de plasmar todo lo que me ha aportado en unas cuantas palabras.

Tiene la cantidad perfecta de novela negra, manteniendo la intriga hasta prácticamente la última página, de novela intimista, perfilando unos personajes tan humanos y reales que llegan a dar hasta miedo y mezclando víctimas y verdugos hasta diluirlos en el devenir de los hechos, de novela costumbrista mostrando un sociedad tan diferente, con sus ideales que venían como herencia de lo vivido en los años anteriores, y tan cercana en el tiempo (años 70) en un barrio marginal de la periferia de Barcelona, en el que casi a modo de gueto la migración nacional, procedente en su mayoría de Extremadura, Andalucía y Castilla, llegó en los años 60 en busca de un futuro mejor para su familia, y en la que se mezclaban valores, familia, religión, trabajo y supervivencia, y de narrativa social con el tema del bullying como base del hilo argumental de la novela.

Increíblemente bien escrita, ha conseguido tenerme subyugada a sus páginas mientras leía, con el miedo metido en el cuerpo esperando el final de la historia que el autor ha querido contarme. Me ha hecho rememorar otros tiempos que a mí me pillaron ya de pasada (yo nací en 1979) pero de los que sí me quedaron reminiscencias, me ha hecho sufrir, me ha sorprendido y me ha vuelto a demostrar que la naturaleza humana es muy compleja. Una lectura para recomendar y para recordar.

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