La mujer de negro

Monk's Piece se encuentra elevado en un cerro rodeado de arboles, acompañado de un río está situado a tres kilómetros de la aldea más cercana. Monk's Piece está prácticamente aislada.

Como ya sabéis me encantan las historias que se desarrollan en una casa, esté aislado o no, habitado o no, esté cómo esté, siento cierta atracción hacía ellas.

Cuando supe de esta novela, no dudé en hacerme con ella y leerla. Aquí van mis impresiones.

Un joven abogado se dispone a asiste a un funeral y ocuparse de los desagradables asuntos que conlleva la muerte de una clienta del bufete para el que trabaja. La casa de Eel Marsh era la única vivienda en muchos kilómetros a la redonda. Rodeada de marismas apacibles y sobrecogedoramente hermosas, Arthur Kipps tiene que viajar a ese rincón perdido de Inglaterra para informarse de los detalles de la vivienda.

Es una historia que se forja entre marismas, nieblas repentinas, vientos ululantes y casas aisladas. Es una historia de fantasmas, una novela gótica victoriana narrada en primera persona por Arthur Kipps, el joven abogado al que no le atraía la vida social. La visita a ese lugar le cambió de alguna forma y no hubo marcha atrás.

Percibí de inmediato, en las primeras páginas, el ambiente gótico y espectral del libro, pues las descripciones y el marco narrativo son extraordinarios. El estuario, la tierra y el mar envueltos por un velo de bruma fueron el componente psicológico de la novela.

Como imaginaréis por el título aparece una mujer vestida de negro, con ropas antiguas, casi añejas, con el rostro pálido y estragado en un funeral melancólico y lúgubre. A partir de aquí, comienza la historia de la mujer de negro. Os diré que la historia resulta sencilla. Nada del otro mundo para lectores acostumbrados a la novela de terror, pero lo más brillante, sin duda, ha sido la asombrosa prosa de la escritora y la excitante atmósfera. Me refiero a una fuerza, a algo que no sé cómo describir, a la fuerza del mal, al terror, al sufrimiento de Arthut Kipps, esa malevolencia que desprenden algunos lugares. A todo eso me refiero.

Al final, el misterio no queda sin explicación. Hay un porqué de la mujer de negro. Creo que no es lo más sorprendente de la historia y el final da un giro que puede dejar a más de uno sentado. Por lo demás, a parte de su corta extensión, que facilita la fluidez en la lectura, podría decir que la impresión general es muy buena. Muy recomendable para los amantes de este tipo de lecturas a media luz, de largas noches de desvelos y pesadillas.

Debo recordar para los amantes del cine que hay una película de 1989 y una de 2012.
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