La mujer de negro

Cuando a uno le viene a la cabeza cuáles son aquellos elementos necesarios que describen una historia de terror tendería a pensar en una mansión oscura llena de lóbregos pasillos, un fantasma atormentado, sobresaltos en forma de ruidos, halaridos en la noche, cementerios, niebla....todas esas características que suelen definir a los relatos góticos de fantasmas y, por tanto, a los inicios del género que tanto nos gusta. La mayoría de los grandes autores han abordado de un modo u otro esta temática con mayor o menor acierto y hasta el punto en que novelas tan importantes como Otra Vuelta de tuerca o La maldición de Hill House han trascendido los límites del terror para convertirse en clásicos indiscutibles.
En La dama de negro Susan Hill nos invita a descubrir una historia de fantasmas con todos esos elementos tan características desechando esos otros tan desfasados como la dama en apuros o la presencia de un héroe que combatirá al mal. Aquí nos encontramos con un abogado que tiene que acudir a una siniestra mansión a tramitar los papeles de defunción de la única habitante de este extraño lugar. Aislado del mundo, las condiciones atmosféricas y ambientales de esta mansión la envuelven en un profundo misterio al que no ayuda el rechazo de todos los habitantes del pueblo, que ven en esta casa y en su solitaria dueña una presencia maligna que los atormenta. Rechazando todo tipo de supersticiones, nuestro protagonista tratará de realizar su trabajo mientras se enfrenta a la presencia de una extraña anciana que se le aparece donde menos lo espera.
Ya les digo que es una historia muy conocida por cualquier amante del género y, a pesar de eso, funciona. Y funciona muy bien. Susan Hill se toma todo el tiempo del mundo en describirnos las atmósferas que rodean esta historia, dejando de lado todo el componente sobrenatural para cuando el lector lleve bien avanzada la novela. Es consciente de la importancia que requiere una novela de este estilo para que funcione así que se lo toma con calma. Hasta el punto de que, a pesar de lo previsible de su desenlace, los hechos que acontecen en el último tercio de la historia terminan por estremecerte. Porque aquí vemos todos los por qué a esta fantástica historia de terror. Aquí vemos el grado de horror que supone la presencia de la dama de negro. Y es que aquí es el momento en que la novela se convierte en algo inolvidable.
Eso está reservado para los que han disfrutado antes de la recreación minuciosa del ambiente que envuelve esta novela. Tan solo por sentir esa niebla, esa oscuridad, esos lamentos en las tinieblas, merece la pena adentrarse en este misterio.
Una novela maravillosa sobre fantasmas que tienen que descubrir.