Carol

Una mañana todo cambia para Therese Belivet al encontrarse con una mujer atractiva que se acercará a su puesto temporario en los almacenes para comprar una valija de muñecas, dejándole su dirección para el envío del paquete.

Eclipsada, le escribirá una tarjeta de navidad, comenzando un viaje de ida sin boleto de vuelta.

Creo es indispensable situar esta novela en el contexto histórico de 1952 en los Estados Unidos, publicada con el nombre “The Price of Salt” bajo el seudónimo de Claire Morgan.

La autora nos cuenta que decidió permanecer en el anonimato para no ser encasillada como una 'escritora lesbiana' y marcar su destino, cuando sería una obra excepcional fuera de su repertorio de policiales.

“Carol” es considerada una de las primeras historias de amor entre mujeres con un final feliz. Rechazada por el primer editor, se ganó el apoyo de millones de personas que le hacía llegar a través de sus cartas.

Tiene un desarrollo lento, uno debe leer con calma sino se puede caer en un pozo de ansiedad -como me pasó- esperando a que suceda lo que uno espera.

Therese me pareció todo el libro una chica insufrible con sus 19 años, obsesionada con una mujer hermosa en la entrada de sus 30 en medio de un proceso de divorcio en el cual está involucrada su hija Rindy.

No obstante, después de dejar asentar el relato, te das cuenta está muy bien logrado la construcción del personaje de la señorita Belivet, tímida, encerrada en sí misma, hasta que conoce a Carol y despierta para salir al mundo real.

¿Quién no podría enamorarse de Carol Aird viéndola a través de los ojos de la protagonista? Sensual, llena de vida, con sus cambios de humor y siempre un cigarrillo en sus labios.

Para quienes vieron la película de 2015, Cate Blanchett es una Carol excelente, el papel le va como anillo al dedo.

Es un rayo de esperanza alentándote a ser quien quieres ser y amar sin barreras ni condiciones.