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¿Qué es más difícil, crear un problema imposible de resolver o resolver dicho problema? La trama de este libro se basa en esa pregunta. Esta historia de misterio es bastante particular, desde el primer capítulo sabemos quién es el asesino, conocemos motivos del crimen e incluso la manera en que se llevó a cabo, pero los personajes de la historia no lo saben y a lo largo de la misma veremos a dos grandes amigos de brillantes mentes enfrentarse. Por un lado tenemos a Ishigami, un matemático increíble y además un excelente profesor, hay algunos diálogos en los cuales él opina sobre la educación que a mí me parecieron sublimes, y por el otro tenemos a Yukawa, un físico bastante enigmático y divertido. Ambos fueron a la misma universidad y pese a sus personalidades tan distintas y a que tomaron ramas de estudio diferentes se hicieron buenos amigos. Ver a estos dos juntos, tomando sake y resolviendo problemas de matemática o discutiendo sobre tesis de diversos científicos fueron escenas de los más divertidas, por lo que es fácil guardarles cariño o por lo menos entender sus motivos. Realmente se podía sentir el dolor de uno al ir descubriendo los secretos del otro y paralelamente al otro tener que ser más precavido todavía por mantener dichos secretos. Ishigami en particular me pareció el personaje más interesante de la historia. Y si le sumamos a otros como Yasuko o el Detective Kusanagi tenemos una mezcla bastante buena. Es un libro refrescante, bastante entretenido. Tiene algunos detalles que no fueron de mí agrado, sin embargo eso no quita que me pareciera una gran historia. Realmente es una pena que no hayan más libros de este autor traducidos. |
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