¿Por qué fui lanzado del Ministerio de la Guerra?

En este ensayo de 1934 su autor, Diego Hidalgo, amparándose en las Actas de Sesiones del Congreso de los Diputados nos da su punto de vista por el cual fue cesado como Ministro de la Guerra, actual Ministro de Defensa.
Hace así alusión a la “Revuelta de Asturias” de 1934 y deja patente la tensión existente entre trabajadores, empresarios, militares y demás fuerzas vivas del país, que desembocará en la Guerra Civil de 1936.
Cuestionado primero en el Congreso por la oposición por los hechos asturianos, se defiende utilizando medios de imposible reprobación, dando datos e información totalmente comprobables.
En una segunda parte de la obra, expone todas sus actuaciones para evitar el desmembramiento de España y que recibió demasiadas críticas por parte de la oposición al considerar que actuó de manera demasiado débil contra estos radicales, tanto buenas como malas. En ella se comprueba que la organización militar en España era nefasta y llena de oficiales contrarios al Gobierno que Hidalgo no supo ver.
Además nos encontramos con sus opiniones sobre Franco, al que no supo juzgar acertadamente y que terminó engañándole provocando los acontecimientos que todos sabemos. Con todos estos condicionantes era muy factible que ocurriera lo que ocurrió dos años después de su mandato ministerial.
Por último en la tercera y última parte de estas memorias ministeriales, Diego Hidalgo da cumplida cuenta de todas las actuaciones políticas que llevó a cabo y de aquellas otras que únicamente proyectó. Entre otras destaca la construcción de un nuevo edificio para el Ministerio que con la venta y posterior edificación de pisos civiles en el anterior, reportaría sobre quince millones de beneficios a las arcas estatales, pero que no pudo desarrollar porque la oposición fue muy dura. En general en los pocos meses que estuvo de ministro, entre enero y noviembre de 1934, intentó actualizar y modernizar el departamento aunque no le dejaron tiempo material ni margen de maniobra para conseguirlo. Eso sí, ya apuntó ideas bastantes interesantes para la época.
Con la lectura de esta obra se obtiene una visión de primera mano del estado del ejército español dos años antes del conflicto bélico que marcó la Historia del siglo XX español. Así como los condicionantes políticos, e incluso económicos, con que vivían los españoles. Incluso algunos de los hechos relatados nos recuerdan momentos actuales, caso del intento de secesión de Cataluña.

En este breve ensayo, Diego Hidalgo nos lleva hasta el año 1934, tras la Revolución de Asturias, en plena II República. Esta Revolución, truncaría su carrera ministerial en el Ministerio de la Guerra, y le haría tener que recurrir al exilio con el estallido del la Guerra Civil en 1936.

A Diego Hidalgo, como bien describe José Álvarez Junco en el prólogo, 'le tocó representar en la historia de España el difícil papel de republicano de orden'.

Entre sus aspiraciones, está el intento de modernizar el ejército y de atraerlo hacia el nuevo régimen de la II República, de revisar la situación de aquellos cargos que habían conseguido el puesto por méritos en la dictadura, y de mantener a aquellos que fueran capaces de aceptar la República. Sin embargo, el estallido de la Revolución de Asturias daría una vuelta de tuerca a todas sus aspiraciones políticas, apartándole de todos sus planes en el Ministerio y en la política.

En este ensayo, Diego Hidalgo explica cómo actuó en la Revolución de Asturias, en un primer momento avisando al lector de que su única pretensión es la de dar a conocer los hechos que acontecieron, para que sea el propio lector quién juzgue si es víctima o verdugo. Gracias a él, podemos acercarnos a aquella época, vivir los apasionantes momentos previos a lo que desencadenaría después en la Guerra Civil Española. Las principales figuras políticas de la época, unas más y otras menos, participaron en este ensayo, ya fuera como amigos o detractores del autor. La primera parte, es dedicada a defenderse de las acusaciones de sus opositores, como es el caso de Calvo Sotelo, quien acusa a Diego Hidalgo de contribuir en la editorial Cenit (considerada como difusora de propaganda y literatura marxista), y el autor expone los diálogos que mantuvieron.

Este ensayo, a pesar de ser corto (apenas llega a las 130 páginas) es un acercamiento muy interesante a la II República y a una España que ya empezaba a marcar lo que después serían los dos grandes bandos de la contienda. El autor nos hace ver estos momentos a través de su punto de vista, un hombre que creía en la República y en su patria, llevándole a estar en el punto de mira de ambos bandos. Por un lado, los Republicanos querían venganza por su actuación en la Revolución de Asturias, y por el otro, los sublevados querían acabar con él por su ideología política afín a la República. Esto le hizo mantenerse en el exilio durante muchos años.

También, podemos ver sus juicios acerca de personajes importantes de la época, como es el caso de Franco, a quien juzga de ser un 'profesional entregado completamente a su carrera, sin ambiciones políticas', y como de equivocado estaba, después de mantenerse aferrado al poder durante casi 40 años.

En definitiva, es un libro muy recomendable para aquellos amantes de la historia y para los que quieran conocer más acerca de la República de nuestro país y de la Revolución de Asturias, y de las principales ideologías del Siglo XX. Es fácil de leer, entretenido y apasionante.
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Esta es una lectura mas que interesante para todos los que intentamos entender que fue desencadenando el levantamiento del 36.
Un testimonio del que fue Ministro de la Guerra durante unos meses. Un hombre que intentó ser objetivo con el ejército y no favorecer o perjudicar a altos mandos y oficiales por lo que habían sido con anterioridad. Intentó también modernizar al ejército y tratar de acercarles a todos a la República.
Me parece un personaje interesante, que evidentemente se equivocó en ciertas opiniones (como con Franco) y cometió algún que otro error, pero que hizo lo que pudo dentro del caos del momento.
En definitiva, para quien disfruta con este tipo de libros, es una buena lectura. Corta, pero cargada de información de lo más interesante.