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Una historia con una intriga bien mantenida, un precioso romance y unos personajes maravillosos. En esta novela de época, la ambientación está centrada en torno a una mansión, Hallcombe House, y al clima, que juegan un papel importante en la historia, mucho más que los detalles de época. La casa antigua, rodeada de brumas; el cielo cubierto de nubes oscuras; las fuertes tormentas que azotan los postigos de las ventanas... todo contribuye a crear un clima propicio para el desarrollo de esta historia de asesinatos, intriga y misterio en el que te sumerges desde la primera página. Todo un acierto. La trama tiene dos ramas paralelas y complementarias, el romance entre los protagonistas y la línea secundaria que dirige el misterio. Esta última sirve de obstáculo y, al mismo tiempo, de catalizador para el primero. Ambos hilos están muy bien llevados, y reconozco que no he sido capaz de descubrir al asesino, porque todos los datos me tenían muy despistada. Por eso, el giro final me ha sorprendido mucho. Los protagonistas me han gustado mucho, aunque debo reconocer que a Eleanor le hubiese pegado más de una colleja, sobre todo hacia el final de la historia, cuando hasta yo me daba cuenta de que hay cosas que no se deben hacer sola ni en secreto, porque huelen a peligro desde kilómetros, pero supongo que se debió a la sangre escocesa. Cliff me ha enamorado, porque se percibe muy bien su evolución a lo largo de la novela; no es tanto que cambie, sino que se van derribando las barreras que ha construido en torno a sí y vamos descubriendo al hombre que es en verdad. Guapo, inteligente, arrogante y peligroso, oculta un corazón bueno bajo capas de dolor y miedo. Lo apodan Diablo y lo creen un asesino, ¿qué motivos puede tener entonces para confiar en la gente? Por eso su escocesa lo descoloca, y le hace empezar a sentir cosas que hacía mucho tiempo que no se permitía. Eleanor se nota que es joven; es valiente, pero también ingenua e inocente en muchas cosas, y por eso, a veces, se comporta de una forma más inmadura. Además, le pierde su carácter. Encaja a la perfección con Cliff, porque son complementarios. Eleanor, a pesar de comenzar con mal pie la relación con su esposo, deposita su fe y su confianza en él, desafiando las habladurías. A veces se cuelan las dudas, pero le va dando oportunidades, lo que permite que su relación vaya avanzando y haciéndose más profunda. Los personajes secundarios son también muy atractivos. Thomas, a pesar de ser breve su actuación, conquista; Sean y Tina, menos mal que ya tenemos su historia; y lady Samantha y Dauly, me encantaría conocer su historia. La narración, como siempre, tratándose de Nieves, es exquisita. Me ha recordado mucho a esas novelas de autoras clásicas de romance que leí hace tiempo, todo tan bien hilado, con unas descripciones maravillosas, diálogos agudos y una intriga sostenida. Me han encantado todas las novelas de Nieves que he leído, pero creo que esta pasa a ser una de mis preferidas. |
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