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Lo leí por primera vez hace unos veinticinco años y me mantuve pegado a sus páginas como un fanático. Me entusiasmó tanto que compré, directamente, los dos siguientes de la trilogía en cuanto volví de las vacaciones en la costa. Bajo la sombrilla en el mar, a la luz de un flexo en la caravana del camping hasta altas horas, en una silla reclinable hasta caer vencido por el sopor después de comer... Leía en cualquier momento, fantaseando ser uno más del equipo de Tanis el semielfo. Lo recuerdo con mucho cariño y pronto compré más, hasta atesorar unos treinta o cuarenta del universo DragonLance. La vida me llevó por otros lares y tuve que mudarme y dejar atrás la mayor parte de mi colección, que doné a la biblioteca de mi barrio. Lo recomendaría a cualquier joven que disfrute de este género. Sin embargo volví a leer las crónicas y lamento decir que envejece regular... Las estrellas son por ese recuerdo. :) |
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