Georgia O'Keeffe

Cuando un cómic como este llega a las manos de una, no se puede hacer otra cosa que dar las gracias por haber tenido la suerte de llegar a él, de leerlo y de ver el amor y respeto que hay en cada página.

Lo que ha hecho María Herreros no es la típica biografía a la que podemos estar acostumbrados: lo que encontramos son retazos de la vida de Georgia O'Keeffe que, a través de hilos conductores como las cartas que escribió y su obra, nos permiten acarcanos a la mujer libre y sensible que fue.

A la mujer que quiso dar un giro a la pintura y se convirtió en uno de los mayores referentes del arte estadounidense en el S.XX, a la que se resistió a los encasillamientos freudianos de la época, a la que no quiso que su obra se redujera o tuviera límites. A la mujer que quiso hacer del mundo un lugar más bello y apostó por su obra cuando nadie más lo hacía. A la que sí tuvo tiempo de pararse a mirar las flores.

Un acercamiento que va directo al corazón, que lo pone calentito, que te hace desear que fuera más largo y también tener ganas de saber más y más de esta artista.

A ella y a María Herreros: gracias y gracias por esta maravilla.

La retrospectiva de Georgia O'Keeffe que se expone actualmente en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza (@museothyssen) es una oportunidad única para conocer gran parte de la obra de la “madre del modernismo norteamericano”.
Acompañando esta exposición, la editorial @astiberri_ediciones ha publicado una novela gráfica en la que @mariaherreros recorre la vida y trayectoria artístca de esta pintora.

En este cómic no hay reproducciones de sus obras que nos guíen a través de su vida -desde Charlottesvile a Nueva York y más tarde a Nuevo México; la autora e ilustradora se basa en la correspondencia de Georgia con sus amigos y amantes -Anita Pollitzer o Alfred Stieglitz, entre otros- para conducirnos por su vida, y las numerosas fotografías y documentos gráficos para ilustrarla.

Una mujer libre y liberada, #GeorgiaOKeeffe sorprendió a la sociedad norteamericana y al mundo con sus flores gigantes, su visión de los rascacielos de Nueva York y sus innumerables paisajes del desierto de Nuevo México. Cuando se intentó relacionar su obra con los postulados freudianos -en las que las mujeres tan sólo hacían arte desde su género o la sexualidad-, ella lo rechazó de plano. Ella misma dijo: “Siempre sentí que caminaba por el filo de un cuchillo. ¿Y qué si me caigo? Prefiero caerme haciendo lo que me gusta”, un canto beligerante contra todo el sistema de producción y estilo que se promovía en el contexto del boom de las vanguardias y el arte contemporáneo en Estados Unidos.

Ella, que se fue sola a pintar al desierto y a las montañas, que disfrutaba de la soledad en sus dos casas en el desierto -Abiquiu y Ghost Ranch- y que transformó su furgoneta en un taller ambulante quitándole los asientos de atrás, se ha convertido en todo un icono del arte del siglo XX y una mujer que no os dejará indiferentes.
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Un recorrido por la vida de Georgia O'Keeffe que surgió en complemento con la retrospectiva hecha en Madrid este año del museo Thyssen, en la obra se nos muestra su trayectoria profesional y personal con ilustraciones muy acertadas que te transportan al tiempo y lugares que transitó Georgia, me ha gustado mucho conocer la vida larga y provechosa de la pintora y recomiendo su lectura, es breve y perfecta para introducirse en su biografía para posteriormente seguir profundizando, como curiosidad que no se cuenta en el libro el cuadro de Georgia 'Flor blanca número 1' es el cuadro más caro vendido hasta la fecha pintado por una mujer