Y el mundo no dejaba de girar

En esta historia conoceremos a Usune una chica de 17 años, vive con su abuela en un pequeño pueblo costero y está en su último año de instituto. A pesar de su corta edad ya ha pasado por unos cuantos baches y mucho dolor en su vida, es por eso que es un poco hermética y le cuesta mucho abrirse y contar sus problemas, de hecho ni siquiera sus dos amigos, Maia y Unai, conocen todo por lo que está pasando. Pero también conoceremos a Paul, Paul es todo lo opuesto a Usune, es ese chico que capta toda la atención cuando entra a una habitación sin pretenderlo, es muy extrovertido y gracioso. Y a pesar de que se divierte tomándole el pelo a Usune, es el único capaz de ver todo lo que pasa a su alrededor y comprenderla.

Sobre los personajes, solo puedo decir que me han encantado. Se nota muchísimo que tienen una personalidad y una forma de desenvolverse completamente diferente. Paul desde el principio con esas bromas y esa forma de ser ya me tenía ganada, lo sentí muy natural que no forzaba las cosas para hacerse el gracioso, es el típico chico carismático que no sabes cómo, pero con cuatro palabras ya te tiene ganada, y bueno, luego todos los gestos bonitos que tiene con Usune, pues ves que el un cacho de pan. En cambio con Usune me costó un poco más conectar, su historia me parece muy dura y conmovedora y por esa parte me tenía continuamente con las lágrimas asomando, pero al ser tan hermética y cerrada con sus sentimientos no llegaba a comprender del todo algunas cosas. Como secundarios, destacaría porque me han gustado mucho la Amama de Usune y la madre de Paul.

En cuanto a la historia, aunque de primeras pueda parecer una historia sencilla de la típica chica en el último año de instituto introvertida que capta la atención del popular de clase, cuando te adentras en la lectura vez que es más compleja y los temas que trata son un poco durillos como es la pérdida o como gestionar las enfermedades de nuestros seres queridos con las que tenemos que lidiar durante cierto tiempo. Pero también es una historia de amor preciosa y emotiva sobre las primeras veces, la inocencia y la magia del primer amor, los valores de la amistad, la lealtad, esa transición que vamos haciendo todos hacia la edad adulta,..

He tardado un poco más de lo que esperaba en leerlo, y me descolgué de la LC que organizó la autora, porque tuve mucho jaleo con cosas personales, pero si me hubiera pillado en una semana buena no me dura ni 24 horas y me hubiera adelantado en esa LC jaajja, era difícil para de leer, porque te pone los sentimientos a flor de piel, me ha removido por dentro, he reído, he llorado,… vamos que ha sido una montaña rusa de emociones.

La verdad es que me ha gustado mucho recordar aquella etapa, aunque no la tengo tan lejana, pero creo que todos más o menos hemos tenido vivencias similares a las que pasan Usune y Paul. A mí me ha hecho gracia especialmente el momento Tamagochi, yo tenía uno siendo peque y reconozco que era un poco Unai, si por mi fuera ese muñeco hubiera pasado más tiempo muerto que vivo ajjajaa, digamos que no le vea mucho la gracia a ese bicho.

Con este libro he estado tentada de ponerlo en mi ranking personal por encima de El chico de la última fila (el segundo de la serie Cabana), pero después de meditarlo mucho es difícil superar a Hugo y Dylan y se queda el segundo pero muy cerquita de ellos.
Enlace: https://booksisterhood.blogs..