Y el mundo no dejaba de girar

Usune vive en Bilbao con su amama y Conan, tiene dos mejores amigos: Maia y Unai. le encanta correr, los videojuegos y tiene un amigo/enemigo: Paul Uribe.

Empieza su último curso del instituto llegando tarde, y encima cambiando de ciencias a letras, pero alguien hará que se sitúe rápido a la dinámica de las clases 🙊...

Paul es un chico leal, extrovertido, paciente y sincero.
Es una mezcla de todo lo bueno que existe 🥰.

No puedo decir nada malo de este libro. Absolutamente nada. Bueno sí, que se acaba. Me lo empecé un sábado por la mañana y ese mismo día, a las siete de la tarde ya estaba en los agradecimientos. Un suspiro.

Me ha transportado a mi yo de hace diez años, he vuelto a vivir todas las primeras veces junto a Usune.
Sin duda, se llevan un trozo de mi corazón con ellos.

Una historia llena de primeras veces, de las mariposas en el estómago, de notas en clase, las miradas furtivas y amigos que son familia, que eso Susanna sabe plasmarlo de maravilla.
Pero sobre todo esta llena de AMOR, del que se te engancha en las tripas y no te suelta hasta el final y de superación.

He llorado, he reído a carcajadas y me he enamorado de todos y cada uno de los personajes ❤️.

Para los que me conocen, no es novedad cuando digo que Susanna es una de mis escritoras favoritas. La conocí con Penny y Mike y desde entonces no he dejado de leerla, ni lo haré nunca.

Es un huracán de sensaciones, desde la primera página.