El último lugar en la Tierra

Tras las historias de Priscila, Hugo y River nos llega la historia de Marcos, el hermano con la personalidad más marcada diría yo, el más familiar, el de la profesión más peligrosa. Marcos “el poligonero” como diría Cata, dueño de Tomatito, coche famoso a lo largo de toda la costa alicantina.

Tras lo que pasó con Ali, Marcos se ha dedicado a no pensar, a vivir sin comprometerse con nada, a disfrutar. de repente un día un ascensor se para y dentro está Mencía, una vasca que cae en Alicante por trabajo, un trabajo algo peculiar.

Las vidas de Marcos y Mencía se verán entrelazadas sin darse cuenta y es que ¿es todo casualidad o es el destino?.

Como todos los anteriores Cabana, este es un libro muy entretenido que te saca más de una sonrisa por sus situaciones, por las expresiones tan reales de los personajes, por esos chats entre hermanos, los chats paralelos, los DEFCON2, ¿quién no tiene algún chat grupal paralelo sin algún integrante de otro grupo?.

He de decir que cuando acabé esta historia me quedé reflexionando acerca de la vida de estos peculiares hermanos y pensaba que todo era como muy perfecto, profesiones espectaculares, casualidades tremendísimas, vamos como si hubieran nacido con un trébol de 4 hojas tatuado en el brazo, pero bueno, para eso son novela ¿no?.

Me ha gustado mucho el personaje de Mencía, cómo se explica su situación y los problemas que tiene para superar su trauma, me ha parecido bastante real.
Otra cosa que me encanta es como los Caban acogen a la gente en su grupo, la verdad es que es una familia adorable.

Y por supuesto, esos epílogos que se marca Susana, si os dais cuenta cada vez introduce un poquito más de los primos Cabana…. ¿no está preparando para una segunda saga? ¡Espero que sí!

Ya sólo me queda uno… a ver que nos depara la historia de Adrián, el más enigmático de los hermanos.

¡Pasad un buen día Cabaners!