Cuando pensaba que Susana Herrero no lo podía hacer mejor, va y escribe esta maravillosa historia entre Hugo y Dylan. La familia Cabana me tiene robada el corazón, pero lo que he podido sentir con estos dos, tan completamente distintos, no tiene nombre. Uno es el caos el otro el orden. Uno la tormenta el otro la calma. Uno el mar otro la tierra... La lectura ha sido ágil y fresca, en todo momento parecía que yo estaba metida en sus líos, y por la forma tan clara de contarlo era como si yo misma pisará ese pueblo con River, Marcos, Hugo, Adrián Príscila y compañía. Deseando empezar el siguiente libro y adentrarme en todas las historias Cabana. |