A una Sonrisa de tu Sueño

Linda Aurora es la protagonista del segundo libro, que se verá acompañada de otras guardianas, como su tía y su madre. Sin embargo, su madre ya está volviendo a la infancia, lo que para una guardiana significa que le acecha la muerte. Linda Aurora se siente frustrada por ser una guardiana que no puede ejercer su don, pues esa posibilidad le fue arrebatada por su madre por miedo a perderla prematuramente. Además, Linda Aurora deberá hacer frente a lo que le depara el destino, una hija sin don de guardiana y una salud muy delicada...

El libro me ha encantado, es una maravilla. Lo que más me ha gustado y me ha llamado la atención ha sido los mensajes que transmite el libro, y para el mí el más preciado de todos es que deberíamos de dar gracias por todo lo que tenemos y que no valoramos hasta que lo perdemos, como la salud. La narrativa de los lugares parecen mágicos, y están muy elaborados. La trama de la historia me ha gustado, es una historia bonita y fresca, el libro se hace corto a pesar de tener casi 400 páginas, es más, creo que yo lo leí en unos 3 días.

Me ha encantado también, que la historia cuente el hilo de una familia durante varias generaciones, porque me gusta ese sentimiento de continuidad que tiene la historia, y me parece que así tiene la posibilidad de desarrollar mejor los personajes.

A la alegría de reencontrarme con Las guardianas que tantos buenos ratos me hicieron pasar en Lágrimas de pan, se ha visto nublado por la forma de tratar una enfermedad, en apariencia real, de una de las protagonistas. No es cierto que solamente con querer se sana. No es cierto que con solamente la fe, se sana. Entiendo que son creencias de la autora pero no me he encontrado en ellas y en cierto modo, me han hecho, por un período de tiempo, no disfrutar de lo que leía. Por otro lado, el amor que se respira en al aire, continuamente es lo que me ha hecho terminar esta historia y saber que voy a echar de menos a estas maravillosas mujeres que tanto tienen que aportar al mundo. Ojalá existieran personas así repartidas estratégicamente por el mundo y que todos pudiéramos disfrutar de su compañía. Cierto es, que disfruté más de Lágrimas de pan que de este libro, que es su continuación pero en ambos, he sabido ver la belleza del amor. No solamente del amor romántico, si no del amor en toda su extensión. Amor de madre, de tía, de hermanos, de sobrina... Eso sí, un emotivo y perfecto final para esta historia.