-Ahora soy yo quien te pide que me hagas el amor, Alessandra ―le rogó él, y la joven obedeció, yendo en busca de sus labios
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-Ahora soy yo quien te pide que me hagas el amor, Alessandra ―le rogó él, y la joven obedeció, yendo en busca de sus labios
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- Aquí no se aceptan limosnas, caballero - quiso decir la última palabra antes de marcharse
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Cerró los ojos y hundió la nariz en el pelo de la joven, dejándose embriagar por esa esencia que lo llenaba y lo sosegaba, lo sanaba, como el más potente de los antídotos. Y tuvo uno de esos sueños en los que todo era posible. |
(…) Jamás había arriesgado tanto, porque nunca había estado en juego su corazón.
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Entonces, la que hizo algo incomprensible fue Alessandra. Se inclinó sobre él y besó su mejilla. Y aquel beso conmovió a Dreel mucho más que si hubiera sido en los labios.
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Dreel también sabía que ningún héroe iría a salvarlo, y había aprendido de la manera más dura que no podía esperar a que alguien lo hiciera.
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-¿A quién esperabas encontrar? -replicó airada-. La mansión Playboy está en California
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- Mujer, hijos y una casita en el campo -enumeró con rapidez-. Me entra sarpullido solo de pensarlo - añadió, sacudiéndose y fingiendo un escalofrió.
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-Seré un diablo, pero jamás falto a mi palabra -se jactó.
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La joven se aferró a él con desesperación, como si fuera su tabla de salvación, el último lugar en el que guarecerse en el infierno, guarecerse en él, que se había declarado un diablo. ¿Cómo podían ser los brazos de ese hombre un remanso de paz cuando precisamente se estaba sumergiendo en la locura?
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¿Quién es el autor/la autora de Episodios Nacionales?