Las lágrimas del caimán

La famosa novelista de novela negra Karen Alcázar hace las maletas para trasladarse unos días a Inglaterra por asuntos de trabajo. Se llevará a su fiel ayudante y dejará en el piso a su amante, un atractivo hombre joven con el que lleva saliendo unos meses. Cuando vuelve a su casa, nota un olor nauseabundo nada más abrir la puerta. Su amante está muerto, colgado. Lo que de primeras parece un suicidio enseguida resulta ser un asesinato.

El grupo de homicidios de los Mossos d'Esquadra con el sargento Campillo al mando, se encargará de la investigación. Una investigación bastante complicada por cuanto que ni siquiera la víctima es quién decía ser. ¿Quién era realmente Eduardo Mora y quién tenía motivos para matarle? Cuando hay más víctimas, las cosas se complican terriblemente.

La historia transcurre en Barcelona durante el tórrido verano del 2006. Pero no comienza con el asesinato sino con unos extraños hechos que ocurrieron en el año 1993. Eso nos dará una pista de que los crímenes de hoy puedan estar relacionados con lo que ocurrió con el pasado pero, sinceramente, no fui capaz de discernir cómo: por más vueltas que le daba, no acababa de encajar las piezas. Por ello, el discurrir de la trama policíaca y su desenlace han supuesto para mí una buena sorpresa.

Además de la trama policíaca en sí, interesante y bien llevada, el trazado de los personajes resulta sumamente interesante. A pesar de ser una novela más bien corta – no llega a las trescientas páginas- la autora dibuja muy bien los personajes principales y teje en torno a ellos tramas secundarias que, si bien pequeñas, resultan muy interesantes. Por ejemplo, la relativa a Campillo y sus problemas (ya no)conyugales o todo lo relacionado con otro de los mossos que forman el equipo, al que conoceremos con el apodo de Lobo. También llegaremos a conocer bastante bien a Karen Alcázar y a su ex marido Jacobo Peña, un psiquiatra especializado en niños.

La historia se cuenta en tiempo real con algún flashback al pasado. Igualmente, de forma ocasional tenemos una serie de incisos que nos hablan de un personaje que hasta el final no sabremos quién es. Como lo relativo con el pasado, somos conscientes de que de alguna forma tiene que relacionarse con los crímenes del presente pero, igualmente, me fue imposible atar cabos. Es un narrador omnisciente quien nos cuenta la historia, centrándose en los diferentes personajes. La autora combina la narración con el diálogo aunque quizás con una cierta preponderancia de la primera lo que hace que la novela tenga un ritmo medio. Con una prosa pulcra y precisa, detenida y elegante, el libro se lee a gusto, entretiene y sorprende.

Conclusión final

Me ha gustado mucho esta novela con una trama policíaca complicada que, además, nos va a hablar de las miserias humanas. Personajes rotos, egoístas y vengativos, traiciones y venganzas, no sólo es interesante la trama policíaca en sí sino también la deriva de los propios personajes. Recomendable.
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