Las lágrimas del caimán

Hoy os traigo una nueva reseña gracias a la masa crítica de Babelio, una novela negra “Las lágrimas del caimán” de Susana Hernández.

En primer lugar, darle las gracias a Babelio y a D93 por él envió del ejemplar.

Una novela que he disfrutado mucho, con una trama muy bien hilada y un elenco de personajes que tienen mucho que contar.

La novela arranca con el supuesto suicidio del amante de Karen Alcázar, una escritora de novela negra.
Cuando la escritora vuelve con su ayudante de un viaje de trabajo, descubre que su amante no se ha colgado en el baño de su casa, si no que ha sido un asesinato.

“La verdad era demasiado peligrosa”

Los Mossos d'Esquadra, con el sargento Campillo a la cabeza tendrá que intentar resolver el caso. Un caso que se va complicando cuanto más va avanzando la investigación ya que el muerto no es ni siquiera quien dice ser. ¿Quién es el joven y buenorro amante de la famosa escritora? ¿Quiénes tendría motivos para acabar con su vida? ¿Qué es lo que se esconde detrás del asesinato?
La verdad me gustaría que llegarais virgen a la historia como lo hice yo, porque ha sido todo un placer ir descubriendo la trama y las subtramas que hay en la novela. Campillo y su equipo tendrán que ir pista, tras pista descartando culpables e imputando a otros nuevos.

“Los dos luchaban por habituarse a los cambios, a la nueva vida. No era como lo habían soñado, pero era bueno; era, por lo menos, un comienzo juntos, una oportunidad”.

Mientras avanza la trama irán apareciendo nuevos personajes que nos plantearán nuevas dudas y algún que otro asesinato más.

Aunque la novela trascurre en Barcelona en el verano de 2006, unos hechos acaecidos en el año 1993, nos dará unas pinceladas para que vayamos haciendo nuestras cábalas. Reconozco que yo no di ni una jajaja, ya que cuando todo quedo al descubierto me dejo muy sorprendida.

Lo que mas destacaría en la novela es lo bien tejida que esta la trama policial, el buen desarrollo de sus personajes principales y sus pequeñas tramas que van surgiendo alrededor de ellos y los interesantes que le hace a la novela. Su autora ha hecho un excelente trabajo a pesar de ser una novela de apenas 275 páginas, le ha cundido mucho.

“Seguía en el mismo punto que al comienzo de la noche, encallado, mientras en las sombras, el verdadero criminal se regodeaba de su desgracia”.

De sus personajes destacaría:

Karen Alcázar:

Una escritora de éxito, con un duro pasado a su espalda y muy mala suerte en el amor.

Jacobo Peña:

Exmarido de Karen, un reputado psiquiatra de éxito especializado en trastornos en niños. Un capullo.

Charly:

Un hombre con un oculto y otras cosas más. Amante de Karen

Antonio Campillo:

Mossos d'Esquadra, amigo de sus amigos y un buen policía y compañero. Por una antigua afición perdió a su familia. Tendrá que enfrentarse a una investigación complicada.

Lobo:

Mossos d'Esquadra que por amor a metido en un embolado a su compañero Campillo. Y es posible que acabe mal en su trabajo.

Y otros personajes secundarios como Ander, Gaby, Víctor, Josué, Noelia, etc. muy importantes en la novela.

La historia está contada en breves capítulos, en la época actual, con algunos recuerdos del pasado por un narrador omnisciente que es parte fundamental en la novela para que entendamos mejor a algunos personajes y porque aparece de repente en la trama. Aunque evidentemente todo está muy bien hilado para el desarrollo de esta y que todo encaje. Con una prosa muy bien cuidada, su autora hace que disfrutemos de su lectura de una manera entretenida, fluida y llena de intriga.

“La mayoría de las personas reprimen sus impulsos por temor a las consecuencias. Tienen miedo de que les pillen. Esa es la cuestión. No son mejores que yo, solo son más cobardes”.

En definitiva, una novela llena de secretos, intrigas, asesinatos, traiciones, venganza, pasiones, deseos y celos. Con una trama policiaca que me ha encantado y unos personajes rotos, heridos, llenos de frustraciones y rencores, que disfruta con la venganza y la crueldad. Una novela que de la mano de su autora nos descubrirá hasta donde está dispuesta a llegar la maldad humana.

Susana Hernández una autora que acabo de descubrir y me ha encantado su pluma. La tendré en cuenta para futuras novelas.

Totalmente recomendable si te gusta la intriga y la novela negra. Esta es tú novela.

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La famosa novelista de novela negra Karen Alcázar hace las maletas para trasladarse unos días a Inglaterra por asuntos de trabajo. Se llevará a su fiel ayudante y dejará en el piso a su amante, un atractivo hombre joven con el que lleva saliendo unos meses. Cuando vuelve a su casa, nota un olor nauseabundo nada más abrir la puerta. Su amante está muerto, colgado. Lo que de primeras parece un suicidio enseguida resulta ser un asesinato.

El grupo de homicidios de los Mossos d'Esquadra con el sargento Campillo al mando, se encargará de la investigación. Una investigación bastante complicada por cuanto que ni siquiera la víctima es quién decía ser. ¿Quién era realmente Eduardo Mora y quién tenía motivos para matarle? Cuando hay más víctimas, las cosas se complican terriblemente.

La historia transcurre en Barcelona durante el tórrido verano del 2006. Pero no comienza con el asesinato sino con unos extraños hechos que ocurrieron en el año 1993. Eso nos dará una pista de que los crímenes de hoy puedan estar relacionados con lo que ocurrió con el pasado pero, sinceramente, no fui capaz de discernir cómo: por más vueltas que le daba, no acababa de encajar las piezas. Por ello, el discurrir de la trama policíaca y su desenlace han supuesto para mí una buena sorpresa.

Además de la trama policíaca en sí, interesante y bien llevada, el trazado de los personajes resulta sumamente interesante. A pesar de ser una novela más bien corta – no llega a las trescientas páginas- la autora dibuja muy bien los personajes principales y teje en torno a ellos tramas secundarias que, si bien pequeñas, resultan muy interesantes. Por ejemplo, la relativa a Campillo y sus problemas (ya no)conyugales o todo lo relacionado con otro de los mossos que forman el equipo, al que conoceremos con el apodo de Lobo. También llegaremos a conocer bastante bien a Karen Alcázar y a su ex marido Jacobo Peña, un psiquiatra especializado en niños.

La historia se cuenta en tiempo real con algún flashback al pasado. Igualmente, de forma ocasional tenemos una serie de incisos que nos hablan de un personaje que hasta el final no sabremos quién es. Como lo relativo con el pasado, somos conscientes de que de alguna forma tiene que relacionarse con los crímenes del presente pero, igualmente, me fue imposible atar cabos. Es un narrador omnisciente quien nos cuenta la historia, centrándose en los diferentes personajes. La autora combina la narración con el diálogo aunque quizás con una cierta preponderancia de la primera lo que hace que la novela tenga un ritmo medio. Con una prosa pulcra y precisa, detenida y elegante, el libro se lee a gusto, entretiene y sorprende.

Conclusión final

Me ha gustado mucho esta novela con una trama policíaca complicada que, además, nos va a hablar de las miserias humanas. Personajes rotos, egoístas y vengativos, traiciones y venganzas, no sólo es interesante la trama policíaca en sí sino también la deriva de los propios personajes. Recomendable.
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El punto de partida de esta historia es la muerte de la pareja de la famosa escritora de novela negra Karen Alcázar que tras regresar de un viaje a Inglaterra lo encuentra muerto en su propio domicilio. Todo apunta a un suicidio, pero en apenas un rato se demuestra que se trata de un asesinato. Estamos en Barcelona en un verano especialmente caluroso y el Grupo de Homicidios de los Mossos d'Esquadra se pone al frente de la investigación.

Estamos ante una novela breve que se lee a buen ritmo y que no tiene desperdicio alguno, una historia perfectamente ensamblada que profundiza en el ser humano de una manera perfecta como solo los mejores saben hacer. Es cierto que creo que el lector disfrutará mucho más sin conocer muchos detalles de esta así que desde ya os recomiendo leerla.

VCuando termino una novela siempre analizo dos cosas: el título y la portada ¿son acordes a lo que he leído? Y en este caso tengo que decir que sí, perfectos. al principio no sabía por dónde irían los tiros con lo del caimán, pero la metáfora empleada me ha parecido brillante, sublime.

Susana es una de esas autoras que escriben novela negra de oficio, es decir, siendo una buena conocedora del género y entrando en profundidad no solo en la investigación sino también en el porqué de los hechos. En esta ocasión el alma humana es una de las patas fundamentales de esta historia donde el odio, el chantaje y los personajes heridos se pasean por las casi 300 páginas del libro para deleite del buen lector de este género.

La narración nos lleva del presente al pasado para que vayamos conociendo a los personajes, para que vayamos conectando con los hechos y encontremos las claves a los sucesos que han ocurrido. Esta estructura de la novela la hace más ágil y entretenida ya que en ningún momento decae el ritmo.

Podríamos decir que «Las lágrimas del caimán» es una novela coral donde todos los personajes van mostrando su cara y su cruz donde los errores del pasado vuelven a menudo y crean un gran sentimiento de culpabilidad. Todos los personajes tienen muchos matices, son personajes bien creados, reales que en momentos sobrecogen al lector por lo que son capaces de hacer.

Susana ha creado una novela llena de aristas, llena de situaciones que molestan, que irritan pero que no dejan de ser reales, una novela con una trama principal y varias subtramas donde a medida que avanza la lectura todo va encajando a la perfección. Una historia dura donde el romanticismo también tiene cabida, en definitiva, así es la vida.

Me ha gustado mucho y os recomiendo esta novela a pesar de que creo que la edición podría ser mejorable, algunos detalles quedan por pulir, pero eso no le quita un ápice a la buena historia y a la excelente prosa de la autora a la que no pienso perder de vista. Os la recomiendo.
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No te vayas…
Karen Alcázar tiene éxito con sus novelas, tiene recursos y un amante con el que se siente a gusto. Todo cambia cuando al volver de una promoción se encuentra a Eduardo colgado del baño; veredicto: asesinato. Comienza así una trama en la que los Mossos d'Esquadra comienzan a descubrir las verdades tras las mentiras no solo de Eduardo Mora, sino también de la novelista. Su pasado y el presente son constructos a desentrañar
Y, sin embargo, pronto sabremos que los verdaderos protagonistas de esta novela negra son otros. Unos que actuaron en el pasado y otros que tienen que resolver el presente. Así la historia se centra en contarnos la investigación de este asesinato, pero nos ofrece, además, tres focos que se desarrollarán con un toque de crueldad bien medido y algún que otro asesinato más.
Esos focos nos llevarán al asesinato de un niño en los años 90, enlazarán el asesinato de Eduardo en los años 2000 y nos llevarán a desenterrar el misterio de este enlace con la perspectiva del Cabo Campillo, que como sucede, además, en todas las novelas del género, tendrá sus problemas personales a flor de piel.
Andamos en la trama
Lo primero que llama la atención de la novela, o al menos así me ha pasado a mí, es como se intenta establecer el foco claramente en un culpable. Es decir, desde el principio todo parece indicar quién es el asesino, aunque a la vez se nos hace dudar constantemente con el relato del pasado. En este sentido, se juega un poco con la psicología del lector para invitarle a creer que hay cosas más obvias que lo que la policía ve como obvio. Sin embargo, en mi caso, me sucedía que prefería que fuera la primera de las opciones que la que parecía ser, solo porque se consigue que los personajes potencialmente peligrosos caigan bien desde el principio o si no bien, que al menos se entienda cómo han manejado su vida. Esto me ha gustado bastante, porque no me había pasado jamás que un psicópata me gustara.
Más allá de este juego, la novela resuelve los misterios progresivamente, es decir, no hay un golpe de suerte que haga que todo se precipite. Me llamaba la atención como en la propia novela se decía que la investigación estaba estancada cuando, en comparación con otras, la investigación iba bastante bien: identificación del cadáver, conexiones con posibles culpables, pruebas físicas, etc.
¿Esto significa que el lector pueda resolver el crimen rápido?, no y sí, se puede resolver lo superficial, pero cuando entramos en el segundo nivel de motivaciones, etc. sí que tenemos que pensar un poco más.
Dificultades en el progreso
No obstante, debo reconocer que, aunque la trama se plantea sencilla y bien urdida, he tenido problemas con la lectura. Me ha costado más de lo normal.
El motivo es algo ajeno, en cierta medida a la autora, y da rabia en estos casos, pero no puede dejar de decirse más que nada con la idea de favorecer. En primer lugar, los cambios de escena y personaje son muy bruscos, por un lado se podría solucionar en parte con una mejor definición gráfica del cambio (un interlineado más amplio, etc.) o con la introducción por parte del narrador del personaje. Esto ha hecho que en algún momento me perdiera en la lectura y tuviera que volver a leerlo para entender el cambio. Después, también hay que reconocer que en algunas partes (en mi caso lo he acusado más al principio y el alguna escena de acción) habría que echarle un vistazo a la corrección porque parece que hay contradicciones o cosas no muy claras.
En cualquier caso, repito, esto no desmerece la historia que es bastante entretenida y engancha por las diferentes capas de relaciones y misterios que podemos encontrar en ella.
Sin disgustos, con opiniones
Ahora que han pasado unos días desde que he terminado la novela, creo que es una novela interesante por el juego de qué es lo obvio y cómo aplicamos la navaja de Ockham con lo que nos dice la sociedad. El ritmo, por su parte, se mantiene y no nos enfrentamos a parones excesivamente largos, ni siquiera cuando se trata de ahondar en la personalidad o en las pasiones ocultas de los personajes.
El pero, como ya he dicho, es quizá que dentro de que la autora tiene una prosa ágil y rápida, los errores de corrección hacen que el lector cortocircuite un poco y que los cambios de voz y escenario no están del todo bien introducidos. Además, la solución final puede no gustar a todo el mundo, en mi caso me he quedado conforme, aunque creo que podría haber dejado la primera solución y me hubiera gustado más.
En cualquier caso, os recomiendo su lectura porque creo que dentro del género la autora tiene un estilo propio definido y una configuración de intriga y desarrollo muy interesante. Espero que os guste.


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Gracias a la masa crítica he tenido la suerte de poder leer este thriller. Las lágrimas del caimán es la historia de un asesinato, el amante de la novelista Karen Alcázar, que, aunque en un principio parece un suicidio, pronto se descubre que no lo es. Todo apunta al marido de la famosa escritora, pero las cosas pueden no ser lo que parecen.

En general, la novela me ha resultado amena y entretenida. Si bien es cierto que hay un buen número de personajes, estos están muy bien desarrollados y tienen subtramas interesantes que, aunque en un principio creía que tendrían que ver con la trama principal, no son más que tramas que le aportan profundidad a los personajes.
Los capítulos de la novela se dividen a su vez en partes más cortas de cada uno de los personajes y se mezclan recuerdos del pasado con el presente. Además, se van incluyendo fragmentos a lo largo de la novela sobre un personaje misterioso que no se llega a conocer hasta el final.

En general, es un thriller bien desarrollado y ameno, fácil de leer y que deja con buen sabor de boca.

Este libro de Susana Hernández tiene sus cosas buenas y otras que podrían mejorar. Si comienzo por los peros ya me los quito “de en medio” y pasamos a disfrutar de lo bueno. Y es que en Las lágrimas del caimán nos encontramos una historia que podría pulirse un poco más para limar algún que otro salto de escenario y alguna pequeña incoherencia. Además necesita una revisión en su texto. Estos dos “peros” son salvables y darían como resultado una novela que iría a un nivel más alto.

Un libro que cuenta con una extensión contenida por lo que se puede leer en pocos ratitos, perfecto para momentos de desconexión sin necesidad de dedicarle muchas horas. Aunque breve, te dejará con dudas durante el transcurso de la historia hasta dar con la solución final.

La trama comienza fuerte y con un ritmo continuo nos va dando la pinceladas de lo sucedido. Una novela negra con crímenes en los que se va desentrañando la madeja para ir descubriendo secretos y venganzas. En líneas generales me ha gustado, la intención y el desarrollo son interesantes. Lo único que juega en su contra son esos peros que comentaba antes.

Lo que nos va a ir narrando nos lleva por una historia que se va desvelando oscura, de venganzas, secretos que salen a la luz y que llevan a los personajes al límite. Así, iremos formándonos poco a poco la composición de lugar de la historia. Con el paso de las páginas seremos testigos del desarrollo del caso y de algún que otro giro presente para dejarnos intrigados.

El final te puede dejar con un regusto amargo pero que sin duda, viene a darle a la novela un toque aún más interesante. Un poso de crítica en el que reflexionar.
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Me ha gustado el libro, te hace sentirte una detective más junto a los personajes, ya que llegas a creer que uno de ellos es el culpable y al capítulo siguiente puedes no tenerlo tan claro.

Además, como los capítulos son cortos no se hace pesada la lectura, aunque eso sí, en algunas situaciones el cambio de escena puede ser un poco repentino.

La historia gira en torno a una serie de asesinatos, la investigación policial y las personas que pueden estar involucradas, centrando el foco en los personajes de manera de que te puedas formar una imagen del personaje desde su punto de vista y del de fuera.

De la investigación policial se encarga el equipo liderado por Campillo con sus agentes Lobo, Vallés, Yago, Losada y Llopis. de esta parte me ha llamado la atención los piques que tienen Vallés y Losada por ver quien de las dos captará más atención, aunque sea sin querer.

De los policías, a quienes se llega a conocer mejor es a Campillo, quien es el protagonista de la novela, y a Lobo. Ambos personajes cuentan con una trama paralela al caso muy interesante y que entre ellos desconocen del otro.

En cuanto a los sospechosos, tenemos a Karen, Gaby, Jacobo y Ander, quienes entre los que dudas de si lo hicieron o no a medida que avanza la trama.

Reconozco que hubo un momento en el que puse como culpable a uno de los personajes y me daba igual las pruebas que había en su contra, para mí seguía siendo el culpable.

A lo largo de la novela, de vez en cuando había unos capítulos en los que se presentaba un personaje adicional, Big, quien hacía replantearse todas las hipótesis que tenías hasta el momento. Era leer uno de esos capítulos y tratar de averiguar quién se escondía bajo ese alias.

En cuanto al final, no me lo esperaba, estaba tan centrada en mis teorías que me pilló por sorpresa ese desenlace.
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