"La mecedora" es de esas novelas que te atrapa por su portada y realmente no sabes por qué. O sí lo sabes pero tiene ese "algo" que te hace pensar. Quizá en este caso sea la niebla con la cabaña, los árboles, o su mensaje "Lo que no sabes te salvará". El caso es que siempre le he tenido en la mente, con idea de leerlo, pero nunca encontraba el momento. Hasta ahora. "La mecedora" es un thriller, en el que ya sabes quien es el malo desde el primer momento. Pero ese detalle no le resta poder. al contrario, en mi caso me ha gustado mucho, y es la parte que más he disfrutado leyendo. En este caso la historia se va contando desde varios puntos de vista. Por un lado tenemos al inspector Nils, cuyo hijo desaparece. Vemos su angustia, su visión del secuestro, y la investigación que realiza a pesar de que le han suspendido, dado su implicación en el caso. Vamos poco a poco descubriendo también su vida personal, y su pasado, con sus luces y sus sombras. Después tenemos la historia personal y pasado de Mykola, el secuestrador. Con partes muy duras, como la huida de Chernobyl, el "abandono" por parte de su madre, y lo que tiene que realizar para sobrevivir día a día. Aunque también vemos como lo rescatan y consigue salir adelante, también con sus luces y sus sombras. Y, por otro lado, tenemos a Elena, policía española, que ha sido secuestrada junto a Axel, el hijo de Nils. Esta parte es la que más me ha gustado, y la que más ganas tenía de leer. Es muy hipnótica, tanto como el balanceo de la mecedora que hay en la casa, tal y como indica la sinopsis, y es totalmente cierto. La implicación de Elena, la relación y no relación que adquiere con Mykola. Por qué es así, es un amor odio separado por una línea muy fina. Lo podríamos considerar como dice Elena, un síndrome de Estocolmo, visto desde fuera, pero desde el punto de Elena, es muy diferente. Creo que están muy bien plasmados los sentimientos, esa parte racional de la parte sentimental, y su lucha interna. Está claro que después del secuestro, Elena no va a poder ser la misma, ni volver a su vida de siempre. El final me ha sorprendido, quizá por que esperaba que acabase con el rescate, pero nada más lejos de la realidad. La autora, Anna Hernández, se ha centrado en otro tema para finalizar el libro, que me ha dejado con una sensación agridulce. Resumiendo, me ha parecido una buena novela, un thriller diferente a lo que podríamos considerar, que te engancha desde el primer momento para su lectura. + Leer más |
Caligrama presenta el booktrailer de 'La luna sobre los molinos', la novela de Anna Hernández.
Una cárcel con más secretos que presos. Asesinatos que van más allá de las víctimas. Una trama literaria al servicio de la traición. Sentimientos desbocados hacia la destrucción. Todo bajo el asombro de la luna en el cielo. Ni los molinos de viento podrían dar tantas vueltas a la vida al mismo tiempo.
La luna sobre los molinos narra el cruce de historias siniestras. En Estocolmo, Elena Rius, una inspectora ida. En Gotemburgo, Nils Åkerman, un inspector resentido, y otro alguien que empieza a matar. En Barcelona, una suicida en potencia. Y en Skellefteå, Mykola Solonenko, un recluso llamado a ser mucho más. Los cinco destinos parecen estar bajo los efectos de un mal influjo. Y el de una figura que urde sus planes mientras plancha un uniforme, también.
Nils y Elena intentan vencer al pasado investigando una serie de crímenes de españoles afincados en Suecia. Ese pasado venció a Mykola y lo encerró en una prisión sueca donde lo más importante no es cumplir condena. El presente se impone cuando estalla la guerra del gas en Europa. Operaciones de contrainteligencia, una escribiente y una sombra harán saltar por los aires los planes de cualquier futuro imaginable.
Y es que, desde una realidad paralela, unos pocos manejan los hilos del devenir…
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