El secreto de Enola: 103

En Sandtage, un pueblo pequeño de la costa de Inglaterra, vive Ralph. Nos encontramos en el mismo año de la caída del Muro de Berlín y sin esperárselo, este chico descubre un secreto que habría cambiado la vida de dos personas cincuenta años atrás.

A Ralph le llaman Calcetines y tiene una vida bastante monótona y parecida a la de cualquier chico de su edad, con la peculiaridad de que un chico mayor que él llamado Philip le hace la vida imposible. Todo da un giro inesperado el día que descubre el esqueleto de una paloma en la chimena de Enola, una anciana vecina suya a la que ayuda a limpiar. La paloma lleva mucho allí dentro y nadie sospechaba de su existencia ni tampoco se esperaban que fuese una paloma mensajera, ya que en su pata todavía tiene enganchado un mensaje.



Con la ayuda de Margaret, una chica de su edad de la que está enamorado, Ralph descubrirá que en la Segunda Guerra Mundial las palomas se utilizaban para enviar mensajes. Pero lo que realmente supondrá una sorpresa es descubrir el secreto de Enola y llegar a la conclusión de que esta amable anciana hubiese tomado otras decisiones de haber recibido el mensaje a tiempo y eso habría cambiado su vida. Sin embargo, no es el único secreto que tiene que resolver.



Una lectura muy recomendable que transita entre dos mundos, dos tiempos y dos generaciones muy dispares que llegan a confluir para descubrir que las decisiones que tomamos repercuten a lo largo de nuestra vida, aunque nunca es tarde para estar en paz.

Muchas veces, en la sencillez se encuentra la belleza y los relatos simples tienen más profundo calado y merecen ser contados. Es lo que ocurre en esta novela para preadolescentes publicada hace unos pocos años y que fue merecedora del premio Ala Delta de Literatura Infantil de 2016. Con una chimenea, una paloma mensajera muerta y un protagonista más bien victimista, se consigue hilar un relato sobrecogedor que aúna dos generaciones. El misterio que los dos jóvenes pretenden resolver les ayuda a afianzar sus lazos y para cuando pasado y presente confluyen ellos ya han encontrado su sitio.

A destacar que, mientras la investigación resulta divertida y muy fluida, el desenlace es totalmente demoledor. No hay ningún indicio que prepare al lector para un final que logra sobrecogernos por su crudeza. Los personajes están muy bien trabajados y su evolución queda patente. Las ilustraciones resultan un buen reclamo para situarnos en los escenarios de la historia por su detallismo y precisión.
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