Departamento de asuntos mágicos

La trama se sitúa en una Europa que se está recuperando de una terrible guerra que ha asolado Europa del Este, empujando a cientos de miles de refugiados hacia Occidente. Por si esto no fuera poco, el descubrimiento de la existencia de magos entre la población ha ocasionado una suerte de nuevo "racismo", "apartheid", o como se quiera llamar. En un intento de paliar este racismo en Inglaterra se crea el Departamento de Asuntos Mágicos, encargado de investigar cualquier incidente causado o sufrido por una persona portadora de magia.

En este ambiente tan agradable, aparece en Londres el cadáver de un adolescente cuyo corazón ha desaparecido. Y el inspector Lindberg, un no-mago con ideas "racistas", se ve obligado a trabajar a las órdenes del agente Cusak del Departamento de Asuntos Mágicos.

El libro ha resultado bastante entretenido, de lectura amena y ágil, con un buen ritmo, con un estilo de novela juvenil sin llegar a ser ñoña. El único pero que veo es el final; me ha resultado demasiado atropellado, sin desarrollar, en un climax fallido. Una pena la verdad, porque desmerece el resto del libro.