Siempre me han gustado los libros de Mankell, sobre todo los del inspector Kurt Wallander. Tengo algunos (pocos) aún sin leer, los voy dosificando, porque se que ya no habrá más. Mankell me introdujo en la novela negra sueca y me enganchó, aunque, al menos por ahora, para mí, no ha habido nadie que lo supere o iguale. Sus tramas son muy elaboradas, muy bien hechas y nada tópicas. Historias con personajes muy bien trazados y humanos. Wallander es, aparte de inspector, humano, con sus virtudes y sus fallos, no es un superdetective, es humano y eso hace que me acerque más al personaje, que me lo crea más. Una novela de diez en la que Mankell vuelve a superarse una vez más.
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