Carl es un señor mayor que sigue trabajando en una pequeña librería repartiendo los libros a domicilio a unos clientes bastante peculiares. Todos los días hace la misma ruta, nunca la modifica, y así son todos los días de su vida, hasta que un día se cruza con una niña de 9 años, Sasha, que va a trastocar su vida poniéndola de patas arriba. Recomiendo este libro a todos aquellos bibliófilos, ya que además de citar muchos títulos de obras literarias, el protagonista ve en sus clientes a personajes clásicos de la literatura. Es un libro entrañable, todos sus personajes son encantadores, y la forma en que describe la ciudad te dan ganas de irte a vivir a ella. |