La brigada de Anne Capestan

La novela de la que os hablo hoy quedó anotada en mi lista de pendientes desde el momento en que leí su sinopsis y vi que compartía similitudes con la saga de Departamento Q, de Jussi Adler-Olsen, pero hasta ahora no he podido hacerme con ella, justo cuando Editorial Alfaguara acaba de publicar "Aviso de muerte", la siguiente entrega de la Serie Anne Capestan. Hoy os traigo mis impresiones sobre una novela que he disfrutado y ha conseguido poner en mi cara alguna que otra sonrisa por situaciones disparatadas que tienen lugar en su trama.

Como ya he comentado anteriormente, La brigada de Anne Capestan es la primera novela de una serie que tiene como protagonistas a los componentes de una unidad policial, coloridos personajes, que son los "elementos indeseables" de la Policía Judicial parisina. Esta primera publicación fue galardonada en Francia con los principales premios de novela negra.

Toda la acción va a desarrollarse en la ciudad metropolitana de París. Anne Capestan es una comisaria de 37 años que, tras estar suspendida seis meses de empleo, ha sido citada por su mentor para comunicarle su próximo destino. Volverá al servicio activo y lo hará al mando de una brigada anexa, de nueva creación. Anne sospecha que hay gato encerrado en esta oferta porque no es lógico que le asignen un cargo de tal responsabilidad cuando fue apartada del cuerpo después de disparar a un sospechoso. Sus peores temores acaban por confirmarse cuando le anuncian que su unidad agrupará a todos aquellos agentes que se han convertido en un estorbo para el cuerpo, pero no pueden echar. Lo que viene siendo la escoria, la morralla de la Policía Judicial. La mayoría de estos "indeseables" lleva varios años apartados de la circulación y lo más probable es que ni siquiera lleguen a incorporarse en la brigada. Lo más triste de todo es que su unidad de incompetentes se hará cargo de investigar casos sin resolver del pasado o que están a punto de prescribir.

Anne no se dejará zancadillear por las fuerzas jerárquicas que no dejan de poner obstáculos en su camino. Con un equipo policial estigmatizado y una sede cochambrosa, nuestra protagonista pondrá todo su empeño y experiencia en investigar dos casos elegidos al azar: el de un marino asesinado hace veinte años y el de una anciana estrangulada en su propia casa, en el 2005, víctima de lo que parecía ser un robo domiciliario.

La novela se estructura en un total de 45 capítulos de corta extensión más un epílogo, lo cual le confiere dinamismo a su lectura y te obligan a no dejar de leer. A lo largo de estos capítulos su autora irá combinando la trama principal con otras dos subtramas, una de ellas ambientada unos años antes, que logran mantener el suspense y la tensión en torno a los acontecimientos, porque desconocemos la relación que hay entre ellas, lo que incita al lector a plantear continuas hipótesis. Poco a poco se nos va revelando la estrecha conexión existente, gracias a un narrador omnisciente con acceso a los diferentes escenarios y a los diversos puntos de vista de todos y cada uno de sus personajes.

Sophie Hénaff utiliza una prosa sencilla y clara en la que hay lugar para cierta jerga policial, con abundancia de diálogos y predominio de un ritmo ágil, lo que posibilita que la lectura fluya sola. Su compleja trama, con ciertas pinceladas de humor irónico y cínico, está correctamente planteada y desarrollada, logrando mantener la intriga en torno a lo que está sucediendo hasta los últimos capítulos, cuando conseguimos encajar todas las piezas de un complicado puzle de forma coherente y sin fisuras. Aunque este libro forme parte de una serie, es autoconclusivo y se puede leer independientemente, aunque yo os animo a continuar con la siguiente publicación para seguir de cerca las aventuras de esta brigada tan peculiar e ir descubriendo un poquito más a sus inusuales y peculiares personajes.

Otro de los puntos fuertes de esta novela son sus personajes, pues todos van a brillar con luz propia. La autora consigue dar voz a cada uno de ellos, tanto los principales como los secundarios, con perfiles perfectamente identificables y creíbles, humanizados en grado sumo y que te incitan a reír con sus ingeniosidades. Cada personaje porta sobre su chepa una pesada losa que los ha situado en el punto de mira de sus superiores. Tenemos a un gafe, a una escritora superventas de novelas policíacas (y su perro), a un chivato de guantes de terciopelo, a alguien con los riñones al jerez, una ludópata, un experto en informática más despistado que un pingüino en el desierto, y a alguien de asuntos internos que investigó a Anne cuando fue apartada del cuerpo. Para todos ellos acabar en aquella brigada es un castigo, el final de su carrera. Son conscientes de por qué están allí pero poco a poco comienza a fraguarse entre ellos cierto espíritu de compañerismo, a medida que van aceptando sus propias debilidades y las de los demás.

En resumen, La brigada de Anne Capestan es un thriller de fácil lectura que me ha mantenido pegada a sus páginas desde primera hora, con unos personajes carismáticos, muy peculiares, que seguramente darán mucho juego en las próximas publicaciones. Una novela que contiene una trama original y fresca, muy bien planteada y desarrollada, con los giros argumentales necesarios para que la intriga y la atención del lector no decaiga en ningún momento. Un libro que recomiendo a todos los lectores de este género literario.

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